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—¿Era necesario usar un corsé? —preguntó, Riley, ajustando las cuerdas traseras en el torso de Amanda.

—No es un corsé, es un bustier —exclamó Patrick con obviedad.

—Sea lo que sea, no puedo respirar —dijo Amanda, llevándose un pastelillo a la boca. Niall ni siquiera supo de dónde lo sacó. —Dios, tengo ganas de vomitar.

—No vomites sobre mi vestido, me llevó días prepararlo —Ashley pasó a su lado, llevando una caja de utilería.

Niall los observaba batallar con el bustier, sentado en una mesa vieja tras bambalinas, meciendo sus piernas de adelante hacia atrás mientras jugaba con los botones de su vestuario, consumido por el aburrimiento.

—¿Usaban esto en Italia? —Amanda preguntó, falta de aliento.

—No tengo ni idea, pero se ve lindo —respondió Patrick. Podían ver desde donde estaban el escenario vacío, y el barrullo que traspasaba la cortina de terciopelo azul.

Era viernes por la tarde, eran los segundos en presentarse. El equipo de Harry, para su fortuna, había sido escogido al azar para presentar su producción un día antes, pero había sido tan afortunada, que ahora Patrick se tiraba del cabello de los nervios. Quería superarlos, pero no sabía cómo.

—Niall —él lo tomó por los hombros, agitándolo. —Tienes que actuar como Harry lo ha hecho ¿bien? Quiero ver pasión, ¡quiero ver chispas entre ustedes dos!

—Voy a desmayarme —farfulló Amanda, dándole un bocado grande a su pastelillo. Tenía la boca manchada de betún.

—Desmáyate luego, tenemos una obra que presentar. ¡Alguien quítele la crema de boca!

Addison se acercó temblorosamente con una servilleta en mano, limpiando el betún blancuzco de los brillantes labios de Amanda. A Niall también se le revolvió el estómago de tan solo pensar que tendría que besarla dentro de aproximadamente una hora.

—Quítate —gruñó ella, haciendo a un lado la mano de Addison.

Niall entrecerró los ojos, pudo observar su cara, más pálida de lo usar, comenzar a tornarse verdosa.

—Creo que de verdad va a vomitar —dijo en voz baja, pero Patrick estaba demasiado ocupado enloqueciendo como para escucharlo.

Cuando la vio inclinarse sobre sus rodillas, enredándose con su propio vestido, los ojos de Niall se abrieron al instante. Tomó el cubo de basura junto a la mesa en la que estaba sentado y se lo puso en frente de inmediato. Ella lo abrazó contra su pecho y echándose de cuclillas al suelo, comenzó a vaciar su estómago.

Patrick gritó.

—¡Mierda! —Ashley dio un salto hacia atrás, mientras Amanda continuaba soltando sonidos guturales.

—¿Estás bien? —le preguntó alguien más. Ella negó, con la cabeza aún metida en el cubo de basura.

—¿Y ahora qué hacemos? —preguntó Riley, mirando en todas las direcciones en busca de una solución.

—Se acabó, vamos a perder. Aquí comienza y acaba mi carrera.

—Dios, eres tan dramático. Fuiste construido para el teatro —Jasper negó con la cabeza, reclinado sobre una pared.

—Quizá solo fueron los nervios.

—Me voy a morir —lloriqueó Amanda, meciéndose.

—¡Te dije que dejaras de comer tanto! —exclamó Patrick— ¡¿Y ahora que se supone que haremos sin Julieta?!

foster; nsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora