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17

Niall y Jo llegaron tras bambalinas cuando el director McCowan estaba subiendo al escenario. Encontraron a Derek, Roger, Marsh y Zayn con su chaqueta de cuero cubriendo su camisa blanca sentado en una de las cajas de utilería, con los pies sobre un balde sellado y aparentemente, vacío. Sonrió con sus perlas blancas en cuanto los vio llegar.

La música se detuvo y las voces de los estudiantes aullaron por el gimnasio.

—El momento de la noche que esperábamos ansiosos —la voz del director hizo eco detrás del escenario.

Niall miró las paredes, percatándose de las cuerdas que colgaban de las vigas del techo. Frunció el ceño, pero no cuestionó nada.

—Ha llegado la hora de la coronación.

Aquella voz sonaba distorsionada, así que Niall se había visto obligado a detener la música en sus audífonos para escuchar atentamente lo que el director trataba de decir. No es que le interesara demasiado la coronación del rey y la reina del baile, pero tanto Zayn como el resto, parecían bastante inmersos en el resultado.

—No los haremos esperar más, sé que han estado impacientes —el director McCowan se detuvo un momento, abriendo el sobre de los resultados con una de las maestras junto a él, sosteniendo sobre almohadas aquellas baratijas de plástico brillante que se hacían llamar coronas—. Con más de doscientos votos la reina es... ¡Casandra Erickson!

La multitud hizo erupción en aullidos y gritos, pero lo que más conmocionó a Niall, fue el hecho de que no solo los estudiantes allá afuera aclamaban, sino también, los amigos de Zayn. El grupo se regodeaba, con amplias sonrisas en las caras, palmeándose las espaldas y dándose los cinco.

—A sus posiciones —exclamó Derek, el más alto de los seis.

Se puso junto a una de las cuerdas e inclinó la cabeza, esperando escuchar atentamente de nuevo la voz del director.

—Y arrollando al resto, nuestro rey del baile de invierno de este año es... —el silencio sepulcral que llenó el gimnasio era inquietante, y por algún motivo, comenzó a poner nervioso a Niall. Es como si todos estuvieran expectantes ante los resultados, inclinándose hacia adelante con ojos brillantes —¡Harry Styles!

El director McCowan ni siquiera había terminado de pronunciar el nombre cuando los estudiantes se transformaron en una ola de gritos y euforia.

Derek empuñó la cuerda con más fuerza mientras el resto se asomaba por los laterales, espiando el espectáculo a través de las cortinas azules.

—¿Qué está pasando? —decidió preguntar Niall, pero nadie parecía tener la intención de despegar la mirada del escenario a excepción de Jo.

—Solo disfruta el espectáculo —dijo ella, mientras Harry subía a la tarima.

—¿Qué espectáculo? ¿La absurda coronación?

Jo se giró hacia él, con una sonrisa maliciosa.

—¿Alguna vez has visto Carrie?

Niall se mostró confundido al inicio, pero cuando Jo le dio la espalda para continuar mirando atentamente como una de las profesoras colocaba la tiara en la cabeza de Cassie, sus ojos se abrieron tanto como pudieron.

Tomó la cuerda entre sus manos, tratando de arrebatársela a Derek, sin éxito alguno.

—¿Qué mierda crees que haces? —exclamó Derek con voz atragantada, peleando por la cuerda mientras Niall consideraba seriamente morderle la mano.

—¡Niall! —gritó Jo a sus espaldas, y en un instante alguien ya estaba sujetándolo por los hombros.

Vio unos dedos alargados sobre su pecho y el dorso de una mano tatuada, olor a cigarro y cuero inundó su nariz. Sabía que Zayn intentaba alejarlo, pero Niall no podía permitirlo.