Niall no había dormido por una semana entera. No había pegado ni siquiera un ojo. Tenía la firme creencia de que, si dormía, cuando despertase tendría la bandera izada en lo alto. ¿Qué pasaría si Harry lo veía otra vez? ¿Y si Anne decidía entrar en la habitación de la nada? ¿Y si Wylla se quería montar en su cama a la mitad de la noche?
La única manera de evitar todos aquellos escenarios inconvenientes que había formulado en su cabeza, era manteniéndose despierto, en donde era consciente de cada pensamiento que le cruzaba por la mente. En donde, si las cosas se ponían subidas de tono, podría controlarse.
—Niall, estás siendo ridículo —le dijo Harry una noche, mientras acomodaba su cama para dormir.
A diferencia de él, Niall se sentaba sobre su cama perfectamente tendida, con los audífonos conectados a las orejas y el Romeo y Julieta abierto en el regazo.
Harry, al no ser notado, suspiró con frustración y se sentó al borde de la cama de Niall. Tomó su libro y se lo arrebató de las manos, ganándose una mirada de Niall.
—Estás tan estresado que dudo que pase algo esta noche. Solo ve a dormir, ¿quieres?
—¿Estresado? —dijo bajito.
—Sí. No sé para cuando estás estresado. Ahora, duerme.
Niall desvió la mirada, inseguro. Harry podía notar que aún tenía sus reservas sobre si debería o no echarse a dormir tranquilamente cuando no sabía que se podía encontrar entre las piernas la mañana siguiente.
La preocupación y vergüenza era tanta, que había comenzado a afectarle en la obra. Le había preguntado a Zayn que podía hacer para detenerlo, y Zayn solo tuvo una respuesta que darle.
—Jálatela —le dijo abruptamente, encogiéndose de hombros como si no fuera la gran cosa.
Niall definitivamente no haría eso.
—Bien —Harry suspiró resignado y con los hombros flojos—, no hay de otra.
Niall frunció el ceño cuando Harry se puso de pie, lo vio caminar hasta su cama, pensando que se iría a dormir sin más, pero en cambio, Harry empujó la mesa de noche fuera del camino y arrastró su cama individual junto a la de Niall.
—¿Qué haces? —le preguntó.
—Me preparo para dormir.
Harry se echó despreocupadamente sobre el colchón. Su brazo rozó con la pierna descubierta de Niall. Esa noche había decido dormir en calzoncillos, aquellos holgados de franela verde que terminaban más arriba de la mitad de su muslo. Tal vez sería él quien despertaría con un problema a la mañana siguiente.
—¿Cuál es el propósito de esto? —preguntó Niall una vez más.
Harry no le respondió. En cambio, abrió los brazos en grande y dejó espacio a su lado para Niall, quien aún lo veía con una mirada extrañada en el rostro, pero que, finalmente, no replicó. Dejó los auriculares de lado y se acomodó junto a Harry, dándole la espalda para esconder la pequeña sonrisa que se dibujó en el rostro. No quería admitir, que de verdad quería dormir, y que ahora, estaba más cómodo que nunca.
Pudo sentir el brazo de Harry escabulléndose alrededor de su cintura, apretándolo por el estómago contra su pecho. Niall se hundió más en el colchón, enterrando su cara en la almohada y sintiendo un cosquilleo en su nariz con el olor del gel de baño de Harry.
No tardó ni un minuto en quedarse profundamente dormido, sintiendo la nariz de Harry en su nuca y su respiración en el cabello.
Cuando Niall volvió a despertar, el sol ni siquiera había salido. Estaba enredado entre las sábanas, con los brazos de Harry aún alrededor suyo, y nadando en una piscina de sudor del cual, aún no sabía la procedencia. Había un calor infernal y sin darse cuenta, estaba moviendo sus caderas incómodamente de adelante hacia atrás.

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foster; ns
FanfictionNiall, un huérfano de quince años, ha tenido al menos doce familias adoptivas. Reaceo a aceptar un nuevo hogar, Niall se había escapado de todas y cada una de ellas. Entonces, ¿qué lo orilló a quedarse cuando fue colocado en casa de los Twist?