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—¿Por qué lo hiciste?

La mujer estirada le preguntó, con ojos verdes y grisáceos, fríos como el vaso de café que se sentaba en la mesa blanca frente a él. Niall solo supo encogerse de hombros y continuar trazando patrones sinsentido sobre la mezclilla de sus vaqueros.

—Ya es la doceava casa, Niall. Esto tiene que detenerse, no puedo seguir buscándote casas de acogida porque ya has agotado todas las de la zona —la mujer logró hacerlo entrar en razón, inclinándose sobre la mesa para cazar su mirada—. Las casas más cercanas no quieren aceptarte porque al leer tu historial les aterroriza la idea de que algún día vayas a escapar y te pase algo bajo su tutela. ¿Entiendes la situación de las cosas? ¡Niall! —exclamó ella, por fin atrayendo los azulejos azules que Niall tenía por irises— Ninguna casa te quiere, estás agotando nuestras opciones.

—Entonces deberían ponerme en un orfanato.

Stella suspiró.

—Sabes que tendremos que hacerlo si no nos dejas más opción. ¿Y sabes qué pasará si te dejamos en un orfanato? —Niall se encogió de hombros de nuevo, distrayendo su atención hacia el brazalete que constreñía su muñeca— Nunca encontrarás una familia, porque eres muy mayor y nadie querrá adoptarte. Ninguna familia quiere adoptar a un muchacho de quince a quien dentro de tres años tendrán que costearle la universidad, entonces, cuando cumplas los dieciocho, te echarán, y estarás solo. ¿Eso es lo que quieres?

Niall se encogió de hombros, sin devolverle la mirada. Stella suspiró, inclinándose hacia atrás sobre el respaldo de la silla de metal, fría y rígida.

—Una familia decidió aceptarte en su casa. Los Twist viven en Troutdale, algo lejos de aquí, pero fue la única familia que quiso acogerte a pesar de tu historial. Estos son ellos —Stella abrió la carpeta de color amarillo lavado, girándola sobre la mesa y empujándola en dirección a Niall.

Dentro de ella, pudo ver un conjunto de papeles con los mismos datos de siempre, junto con una colección de fotos unidas con un broche a las hojas que mostraban a la pareja y a la familia entera.

—Ella es Anne, y él es Robin. Son ciudadanos desde hace diez años, pero son originarios de Inglaterra, no muy lejos de casa ¿eh? Quizá te sientas más conectado con ellos por todo el asunto europeo —ella sacudió sus cejas de arriba abajo, tratando de arrancarle una sonrisa a Niall, sin embargo, no tuvo ningún efecto en el muchacho desinteresado— Ambos tienen un hijo legítimo llamado Harry, más cuatro chicos acogidos.

Cuatro. Niall nunca había conocido a una pareja con tantos niños acogidos en su casa. No comprendía como es que podían lidiar con todos aun teniendo un hijo propio, cuando la mayoría de las familias que lo habían aceptado no podían tan siquiera lidiar con él.

—Este es tu último chance, ya no más oportunidades Niall. Si arruinas esta familia, te irás a un orfanato, ¿comprendes?

Niall asintió silenciosamente.

—Necesito que me lo prometas.

—Lo prometo —juró Niall, con los dedos cruzados detrás de su espalda.

Rae

foster; nsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora