Capitulo 48

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Al día siguiente la pelinegra entraba a su casa antes de las tres de la tarde como su padre le había ordenado.

- Holaa - murmuró caminando hasta el sillón donde se encontraban sus padres.

Matthew volteó a mirarla. - Por fin llegas - este estaba serio.

Camila se sentó en el sillón con sus piernas cruzadas. - Papá todavía no son las tres, además fui a casa de Lili - hablo.

- Tu sabes que no tenemos problema con que vayas donde tus amigas pero tienes que avisar Camila.

Está asintió. - lo se y lo siento, fui mi error. - admitió. - pero le dije a mis hermanos.

El hombre abrió la boca para hablar pero Melanie no se lo permitió. - Matthew déjalo así, ya está aquí y para la próxima nos preguntará si puede salir, ¿cierto? - preguntó volteando a ver a su hija.

Camila asintió con la cabeza repetidamente. - Claro que lo haré. Ahora si me disculpan iré a molestar a mis hermanos - sonrío inocentemente y subió las escaleras.

- Hola tarados - saludo entrando a la habitación del rubio donde ambos hermanos se encontraban jugando video juegos.

Dylan miro de reojo a Camila. - Hola enana.

- Enana la que te cuelga entre las piernas - aseguro recostándose en la cama. Dylan abrió la boca y Cole soltó una carcajada. - ¿puedo jugar?.

- No - respondió el rubio serio sin apartar la vista de la pantalla frente a él.

- ¡Oh vamos! - se sentó en la cama levantando los brazos. - no sabía que tenías una masculinidad tan frágil - murmuró.

Pero no lo suficiente ya que Dylan pauso la partida para voltear y ver a Camila sentada en la cama. - ¿Perdona?.

- Perdonado - contestó esta.

- Eres increíble - hablo mirándola serio.

- Lo se, me lo dicen muy a menudo - aseguró con una sonrisa victoriosa.

Cole quien solo observaba la conversación de sus hermanos intentando no reír tomó el control para volver a poner play. - ¡Oye! - se quejó Dylan - todavía no estaba listo.

- No me importa - hablo mirando la pantalla mientras sus dedos se movían rápidamente en el control.

Luego de unos minutos en donde los gemelos seguían jugando soltando algunas risas junto a la pelinegra. - Veo que no estás tan mal por lo de tu ruptura con Lili - se animó a decir.

Cole borro la sonrisa que se encontraba en su rostro, sintiendo un frío recorrer su espalda. La verdad era que él intentaba demostrar que se encontraba bien aunque por dentro se estuviera muriendo de dolor.

Dylan al notar el cambio de ánimo de su gemelo, se volteó y fulminó a Camila con la mirada. - ¿No podías quedarte callada? - preguntó serio.

- Está bien - hablo Cole mirando a Dylan. Sonrío levemente y miro a Camila. - Estoy... intentando estar bien.

- Se qué tal vez es mala idea decirte esto, pero ella está mal. Al igual que tú está intentado estar bien pero no lo logra - hablo mirándolo con una mueca de tristeza. - mientras estuvimos con ella la vimos reír solo dos veces y en la noche lo que menos hizo fue dormir.

Cole bajo la mirada. Se sentía culpable. - Siento que lo dices como si Cole no estuviera mal - hablo Dylan. Este por alguna razón estaba enojado con Camila, sentía que lo estaba haciendo ver cómo el culpable en vez de apoyarlo como lo hacía con Lili. - Cole al igual que Lili esta mal, tú no estuviste cuando se puso a llorar con mamá, tú no estuviste cuando no quería comer y le tuvimos que llevar la cena a la cama, no estuviste escuchándolo llorar toda la noche así que no es necesario que le digas este tipo de cosas porque lo vez riendo - este estaba molesto.

- Mi intención no es hacerlo ver el culpable Dylan - Camila negó.

- Pero lo estás haciendo - aseguro serio. - Y si no lo vas ayudar a sanar te pido que te vayas y nos dejes solos porque no necesitamos que lo hagas sentir peor de lo que está - pidió.

Camila bajo la mirada asintiendo con la cabeza. Bajo de la cama y salió de la habitación dejando a los gemelos solos.

- No era necesario que le dijeras esas cosas - negó cuando vio que la pelinegra había salido de la habitación cerrando la puerta tras ella.

- Si era necesario - asintió mirándolo. - eres mi hermano, quiero que sanes y si es necesario llevarte al otro lado del mundo para que lo hagas, yo te voy a llevar y me voy a quedar contigo - aseguró con una leve sonrisa de labios cerrados.

Ambos voltearon exaltados cuando la puerta se abrió de golpe dejando ver a la pelinegra con los ojos llorosos.

Cole frunció el ceño. - ¿Paso al...? - no logró terminar de preguntar cuando la pelinegra se abalanzó hacia él para abrazarlo fuertemente mientras ambos caían de espalda en la cama.

Este confundido correspondió el abrazo. - Lo siento, enserio lo siento - murmuro aun abrazándolo. - no quise hacerte sentir mal... perdóname - pidió aún abrazándolo.

Cole soltó una pequeña carcajada. - Está todo bien, no te preocupes - aseguró intentado sentarse pero se le hacía difícil con Camila pegada como koala.

- ¿Me puedes perdonar? - preguntó separándose levemente.

Cole asintió sentándose en la cama aún con Camila abrazándolo. - Está todo bien.

Por otro lado Lili se encontraba en su habitación, tenía ojeras, sus ojos hinchados y rojos de tanto llorar, su labios más rosados de lo normal y su nariz roja.

Estaba con su cabeza apoyada en el regazo de Amy mientras esta acariciaba su cabello despeinado.

- Y si mientras yo sufro por el... ¿él está con sus amigos riendo? - preguntó con un puchero en sus labios.

Amy continuo acariciado su cabello. - Cariño no lo sé - tomó aire con una leve sonrisa triste - pero si lo está no es porque nunca te amo o ya no te ama.

Lili frunció el ceño. - No lo entiendo. Si él se está con sus amigos riendo es porque enserio está bien, porque si estuviera dolido estaría en su cuarto llorando.

- Cariño las cosas no funcionan así - negó sin dejar de acariciar su cabello. - Los hombres procesan el duelo de una ruptura muy diferente a las mujeres. Mientras tú estás aquí llorando por el. Seguramente el este con sus amigos divirtiéndose y no significa que no te quiso o que dejó de hacerlo - explicó.

- ¿Tu crees que no ha llorado por esto? - preguntó refiriéndose a su ruptura.

Se le hacía difícil imaginar que él no haya derramado aunque sea una sola lágrima por ella. Y diablos que estaba equivocada, porque por más que él estuviera riendo en ese momento con sus hermanos, el dolor seguía estando y no se iba a ir, no por un tiempo.

Ambos se amaban pero cuando entran los celos, las inseguridades y la desconfianza, era muy difícil hacer que desaparezcan. Quizás lo mejor era terminar o tal vez debían haberlo hablado antes de tomar una decisión. Pero las cosas ya están echas y aunque les doliera como el infierno tenían que aceptarlo.

Aveces la parejas tiene discusiones y terminan definitivamente, otras luego de un tiempo vuelven. Pero sean como sean las cosas ellos eran el uno para el otro, aunque estuvieran separados seguían siendo almas gemelas.







Les subo otro porque me sentí mal por no subirles uno ayer...

Gracias por leer💕

No debí confiar en ti [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora