Lili volvió a entrar al local después de ver cómo Bret se había alejado.
- He vuelto - sonrío sentándose frente a Bree.
- ¿Era tu amigo? - preguntó la morena tomando de su refresco.
Lili negó con una mueca. - Claro que no, solo quería disculparse por algo qué pasó hace tres años.
- ¿Algo grave?.
- Pudo haber sido algo grave, pero llegó Cole y lo impidió - sonrío recordando al pelinegro.
Bree sonrío falsamente mirando en dirección a la ventana mientras apretaba sus puños bajo la mesa.
- Suena que es un buen novio.
- Lo es - aseguró.
Bree asintió abriendo la boca para hablar pero su celular comenzó a sonar. Lo tomó y contestó después de leer de quien era la llamada.
- Listo, ya te puedes ir. - hablo Donna
desde la otra línea.- Okay papi, nos vemos en casa.
En un rato llego.- aseguró para colgar.Guardo el celular y miro a la rubia. - Me tengo que ir. Mi papá ya volvió y quiere llevarme a conocer... no se qué cosa - se encogió de hombros.
- Oh, está bien - asintió Lili tomando de su bebida con la vista de Bree sobre ella. - Fue un gusto conocerte Annabelle.
- Lo mismo digo Lili - asintió poniéndose de pie.
- Espero nos veamos pronto, adiós. - sonrío Lili.
Bree sonrío por última vez y se dio vuelta para salir del local. - Claro que nos volveremos a ver rubia. - murmuró para sí misma mientras caminaba unos pasos para subirse a un auto negro que la esperaba.
- ¿Todo salió bien? - preguntó Donna desde el asiento trasero.
Bree sonrío dándose vuelta para mirarla. - Más que bien diría yo.
- ¿Cuánto tendremos que esperar ahora? - preguntó Joan apoyada en el asiento.
- Media hora tal vez... - Bret se encogió de hombros en el asiento del chofer mirando hacia la pizzería. - Hay que esperar que termine de comer.
- ¿Que hora es? - preguntó Joan.
- Dos treinta - aseguró Bree.
- Y Cole sale de su práctica a las seis treinta o un poco antes - asintió Donna mirando a Bree.
- Tenemos mucho tiempo para que todo salga bien - aseguró Bret mirando a Donna por el espejo retrovisor.
Las tres chicas asintieron y al paso de media hora, Lili salía del local para comenzar a caminar por las calles afirmándose levemente en las paredes de las casas o locales cercanos a la pizzería.
- Ahí está - Joan señaló a la rubia que caminaba lentamente intentando no perder el equilibrio.
Los tres en el auto voltearon y la vieron. - Síguela - ordenó la castaña de ojos azules.
Bret asintió y comenzó a manejar siguiendo a la rubia. - ¿A donde va? - preguntó.
- A su departamento, la universidad queda del otro lado - aseguro Donna viendo cómo la rubia caminaba a paso lento.
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No debí confiar en ti [EN EDICIÓN]
Teen Fiction- No me puedes dejar... tienes que confiar en mi, yo no sé cómo pasó esto. - ¿Enserio me estás pidiendo que confíe en ti después de verte con el... en la que era nuestra cama? - preguntó dolido. - ¡Hace años prometimos confiar en el otro! - gritó ll...