Capitulo 61

672 67 39
                                    

Lili volvió a entrar al local después de ver cómo Bret se había alejado.

- He vuelto - sonrío sentándose frente a Bree.

- ¿Era tu amigo? - preguntó la morena tomando de su refresco.

Lili negó con una mueca. - Claro que no, solo quería disculparse por algo qué pasó hace tres años.

- ¿Algo grave?.

- Pudo haber sido algo grave, pero llegó Cole y lo impidió - sonrío recordando al pelinegro.

Bree sonrío falsamente mirando en dirección a la ventana mientras apretaba sus puños bajo la mesa.

- Suena que es un buen novio.

- Lo es - aseguró.

Bree asintió abriendo la boca para hablar pero su celular comenzó a sonar. Lo tomó y contestó después de leer de quien era la llamada.

- Listo, ya te puedes ir. - hablo Donna
desde la otra línea.

- Okay papi, nos vemos en casa.
En un rato llego.- aseguró para colgar.

Guardo el celular y miro a la rubia. - Me tengo que ir. Mi papá ya volvió y quiere llevarme a conocer... no se qué cosa - se encogió de hombros.

- Oh, está bien - asintió Lili tomando de su bebida con la vista de Bree sobre ella. - Fue un gusto conocerte Annabelle.

- Lo mismo digo Lili - asintió poniéndose de pie.

- Espero nos veamos pronto, adiós. - sonrío Lili.

Bree sonrío por última vez y se dio vuelta para salir del local. - Claro que nos volveremos a ver rubia. - murmuró para sí misma mientras caminaba unos pasos para subirse a un auto negro que la esperaba.

- ¿Todo salió bien? - preguntó Donna desde el asiento trasero.

Bree sonrío dándose vuelta para mirarla. - Más que bien diría yo.

- ¿Cuánto tendremos que esperar ahora? - preguntó Joan apoyada en el asiento.

- Media hora tal vez... - Bret se encogió de hombros en el asiento del chofer mirando hacia la pizzería. - Hay que esperar que termine de comer.

- ¿Que hora es? - preguntó Joan.

- Dos treinta - aseguró Bree.

- Y Cole sale de su práctica a las seis treinta o un poco antes - asintió Donna mirando a Bree.

- Tenemos mucho tiempo para que todo salga bien - aseguró Bret mirando a Donna por el espejo retrovisor.

Las tres chicas asintieron y al paso de media hora, Lili salía del local para comenzar a caminar por las calles afirmándose levemente en las paredes de las casas o locales cercanos a la pizzería.

- Ahí está - Joan señaló a la rubia que caminaba lentamente intentando no perder el equilibrio.

Los tres en el auto voltearon y la vieron. - Síguela - ordenó la castaña de ojos azules.

Bret asintió y comenzó a manejar siguiendo a la rubia. - ¿A donde va? - preguntó.

- A su departamento, la universidad queda del otro lado - aseguro Donna viendo cómo la rubia caminaba a paso lento.

No debí confiar en ti [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora