Capítulo 14

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Narrador Omnisciente

En el Satélite

—¿Rick? Hola. ¿Sigues ahí, amigo? —preguntó Ray, nervioso.

—Yo soy virus, tome el cuerpo de Rick —informó.

—Bueno. ¿Lo vas devolver para que lo golpe?

—Toda la vida debe convertirse en virus —dijo, mirando a Tom.

—Muy bien, Miley virus, aquí viene tu destrucción.

Al terminar, el superhéroe intentó darle un golpe, pero no lo logro, ya que el ahora villano, virus, esquivo su golpe con facilidad.

—Bueno, creo que tendré que ir de regreso a la Capi Cueva a decir que venció un- ¡¡golpe sorpresa!! —gritó Ray.

Y, por segunda vez, el virus esquivo el golpe del héroe, dejándolo más confundido de lo que ya estaba.

Para calmarlo un poco, llega Henry, que a penas lo hace, se choca con la pared; pero, al final, se para rápido y va hacia donde está su jefe.

—Capitán Man —lo saluda.

—Kid.

—¿Qué es esa cosa? —preguntó, un poco cansado.

—Es una buna historia —comenta—. El virus se apodero del cuerpo de Rick, está enojado y destruirá a toda la humanidad —explicó, con miedo.

—¿Intentaste el golpe sorpresa? 

—¡Sí, intente el golpe sorpresa!, pero el tipo tiene reflejos súper rápidos.

—Bueno, es un gran superpoder —lo halaga el rubio enmascarado.

—No tanto como ser indestructible.

—Hmm.

—Yo soy virus, me esparzo y destruyo —dijo, para después estornudarle a Tom, haciendo que este también se volviera un virus.

—Que asco —reacciono, asqueado, Ray.

—¿Qué fue eso? —preguntó Henry, asustado—. El virus se esparció estornudando solo sobre él.

—Bueno, así se esparcen los virus —recordó el adulto con intenciones buenas.

—Agh. Bueno, a veces la ciencia da asco —opinó el adolescente, con asco.

—Más te vale que las chicas no te escuche o sino te mataran.

—Yo soy virus, me esparzo y destruyo —repitió.

—Oye, acabemos con esto. 

—Lo haremos —le aseguró el rubio, para después sacar el antivirus de uno de los bolsillos de su pantalón—. Todo lo que hay que hacer es poner esta cosa, sobre el virus original y revertirá él—

Antes de que Henry terminara de explicar, los dos virus, estornudaron con dirección a ellos. El chico logro esquivarlo, pero al jefe le callo en el lado izquierdo de la cara, incluyendo la boca.

—Esta en mi boca —repetía Ray con asco.

—Amigo, te infectaron. Te vas a convertir en un virus frío y enojado

—Muy bien. Hora de confesar. Ya no me gusta tu mamá, a veces le coqueteo, pero es para llamar la atención de ___. Es algo raro, no lo voy a negar, pero, aunque sea, tengo un tema de conversación con ella. Acá es donde entraras y dirá "¿por qué lo hago?". Sonará raro que lo diga, pero, quiero ser un padre para ella.

—Eso es muy tierno y no cambias.

—Claro que he cambiado, no me escuchaste hace rato ¡¡quiero ser un padre para ella!! —gritó Ray, agarrando al rubio del cuello de su traje.

𝗡𝗼 𝗺𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗲𝘀... || Henry DangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora