Capítulo 9

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Narrador Omnisciente

Había pasado un mes desde el Cactus Con. La familia de ___, y Ray, habían vuelto de Perú. Y, desde que paso eso, todos pensaban que todo había vuelto a la normalidad. Pensaban.

Buenas tardes. Soy Trent Overunder con noticias, debo decir muy perrunas.

Cuando dijo eso, Mary hizo el sonido del ladrido de un perro.

El día de hoy, la pequeña niña, Jana de Tetrazzini, completo un rompecabezas de diez mil piezas para empezar la semana de conciencia de rompecabezas y perros —informó Trent.

—Después, Capitán Man y Kid Danger se presentaron con la niña y su novio rico, el Príncipe Fhart, con adorables ¡¡perritos!! —gritó Mary, feliz.

Así es, Mary, aún no es claro exactamente como esta semana de conciencia beneficia a los perros, pero seguro que son lindos.

—Oww, mira a los perros.

Continuando con noticias menos lindas —cambió de tema Trent, haciendo que Mary hiciera el sonido de perrito triste—. El día de ayer salió un video en la red, mostrando al fundador millonario de la popular plataforma de red social TwitFlash, Rick Twitler, pidiendo ayuda desde una ubicación desconocida.

—Y, ¿dónde es la locación ubicación, Trent? —le preguntó Mary.

Ponla Chuck. —Pidió Trent.

Video de Rick Twitler

—Soy Rick Twitler. No sé donde me tienen, pero me secuestraron—

Antes de que el millonario pudiera decir algo más, una persona desconocida le tapo la boca.

Fin del Video


En la Capi Cueva

Ray, Jasper, Schwoz, Charlotte y ___, se encontraban en la cueva. Los chicos y la pelinegra estaban en el sillón, sentados, mientras que apreciaban a un perrito muy lindo. Por el lado de la morena, ella sola miraba las noticias y justo cuando le tapan la boca a Rick, pausa el video.

—¿Logran escuchar ese fuerte zumbido en el fondo? —le pregunta a sus amigos—. Lo aísle, lo revise en la computadora y—

Antes de que pudiera terminar de explicar, volteó a ver a sus amigos y se dio cuenta que ninguno de sus amigos le estaban prestando atención.

—Le gusta en las orejas —comentó Ray.

—También a mamá —dijo Jasper.

—No digas esas cosas.

—¡¡Oigan!! —gritó Charlotte—. Creí que le darías el perrito al Príncipe Fhart.

—Oh, oh, creo que lo olvide —respondió.

Todos, con excepción de la morena, se empezaron a reír por la respuesta que dio, y Charlotte al notar esto, fulmino con su mirada a su amiga. Ella al darse cuenta se dejo de reír por miedo.

—Si, eso te gusto, eso te gusto —Ray consintió a la perrita que había robado.

—Como decía, use la computadora, para aislar el sonido y—

𝗡𝗼 𝗺𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗲𝘀... || Henry DangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora