𝗡𝗼 𝗺𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗲𝘀... || Henry Danger

Capítulo 63

POV de ___

Por fin era sábado, lo mejor era que para unirnos. Después de todo lo de Joss, Ray decidió hacer una noche de películas en la cueva. Era bueno, solo que el género ganador era terror. Ahora estábamos obligados de ver una película de este género. 

En el lado izquierdo, en la esquina, se había sentado Ray, a su costado Charlotte, al de ella Jasper, luego Schwoz, por penúltima yo y al final Henry. Piper no quiso, ya que tenía que dejar a sus padres a una fiesta un poco lejos de acá. Y a Carla le pareció aburrido.

Los bocaditos al principió fue fácil, ya que la respuesta era obvia. Dulces y palomitas. Pero a Henry justo le llagaron sus cortes de carne, así que el no quiso nada y decidió comer solo esas carnes caras y deliciosas.

Como sea, ya habíamos visto media película y en ningún momento el pesado de Henry se había asustado, hasta Ray lo hizo. Lo único que hacía era reírse, como si viéramos una comedia. Cansado de eso Ray decidió ponerle pausa a la película.

—¿Qué te pasa, amigo? —Le preguntó molesto.

—Hmm.

—¿Qué te pasa, amigo?

—Nada, solo es gracioso —contesto Henry.

Esa respuesta fue el detonante para que todos ahí, excluyéndolo, nos comenzáramos a quejar.

—Estoy sintiendo mucha negatividad hacía mi dirección —confesó—, y la que más me duele es de tu parte —me miró.

—Cállate, raro.

—Es igual que cuando dije que no me gustaba Fornite —nos recordó.

Y volvió la pelea. Yo no quería opinar mucho sobre eso, ya que no me gustaba mucho en estos momentos. Antes sí, pero ahora simplemente no.

—Billones, con B —se acercó mucho a él Jasper molesto.

—Tranquilo —le digo.

—Suficiente, suficiente, suficiente —intentó calmar todo Hen—. Ahora —se paro de la mesa—, ¿podemos ver la película para que ría y disfrutes de mis cortes de Bro-Maha? —Preguntó al costado de la mini mesa que había traído para poner sus tontas carnes.

—¡Y eso también! —Se molesto más Ray.

—Sí —lo apoyó Jasper.

—Ay rayos.

—Ni digas nada, ya se esta poniendo feo ver películas contigo y más si son de terror —confesé.

—No solo te ríes de nuestras película de miedo, también nos restriegas tus cortes en la cara —lo enfrento el jefe.

—Sí, nosotros tenemos dulces, palomitas, sodas, donas, caramelos y smoothies —dice Jasper—. ¡¿Qué rayos pasa contigo?!

Tercera pelea, eso fue lo que causo la pregunta de mi amigo, otra pelea más; pero tenía sentido, solo que ya me dolía mucho la cabeza.

—Yo compre mis cortes —los enfrentó volviendo a sentarse a mi lado—, yo mismo, con la tarjeta de crédito de papá.

—El único colmo acá es que no me hayas invitado —susurró rápido en voz baja.

—¿Qué dijiste? —Me preguntó.

—¡Que ni me invitaste sabiendo lo fan que soy de la carne!

—Uhh.

—Cállense que ya me han puesto de mal humor —respondo molesta—. Tú también con tus risas —lo miré. 

—Justo ahí iba. Segundo, yo no me asusto.