Blanco

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POV de ___

—Bueno, todo empezó dos meses después de la muerte de Lucia.


Hace cuatros años

Yo sufría mucho después de su muerte, empecé a aislarme de todos, hasta de mi familia. Antes tenía pocos amigos, pero después de lo de Lucia me decidí alejar de ellos. Necesitaba estar sola.

Un día yo estaba sola en mi casa, pensando en todos los momentos que había estado con ella; las risas, los llantos, las payasadas, recordaba todo. Cuando más recordaba, más sufría. Sentí que caía en un hoyo sin salida.

—Te vas a caer.

—No, no me voy a caer.

—Te lo dije.

—Si, si, si, solo ayúdame.

Cada vez que pensaba en ella recordaba su sonrisa y sus risas. 

No sé como llegué al punto de comenzar a cortarme. No sé que hubiera pasado si no hubiera decidido hacerlo. Tal vez no tenga estas estúpidas pesadillas, tal vez tendría una vida normal. Nadie lo sabe, porque decidí hacerlo.

Pasaron los días, volví a quedarme sola en mi casa. Yo sabía a que hora iban a venir todos, así que lo hice, pero justo entró a mi cuarto y me ve.

—¡¿Qué mierda te estás haciendo?!

Él se acercó, me quito lo que tenía en la mano y me abrazo. Luego me llevo al baño y me ayudo a curarme. No pude esconder los demás cortes que tenía, así que él los vio, pero no dijo nada.

—¿Desde cuando te haces esto?

—Hace un par de semanas.

—Sabes que mamá tiene que saber de esto.

—¿Se lo vas a decir?

—Ya se lo dije. Esta llegando.

Yo no dije nada y menos él, solo me llevo a la sala, me sentó en el sillón y esperamos a que mi mamá viniera.

Pasaron unos pocos minutos, y llegó, abrió la puerta rápido. Cuando hizo eso, pude ver a Carla a fuera de la casa llorando, y a mi mamá con los ojos rojos.

—Hija.

Solo me dijo eso, porque después me empezó a abrazar.

Después de eso, Leo le preparo manzanilla a mi mamá para que se tranquilizarla, mientras que yo le mostraba mis brazos. Leo no se demoro mucho, le dio la bebida a mi mamá. Le empecé a contar lo que estaba pasando a ella.

Ese día llegamos en que me iba a llevar a un psicólogo. Así fue por algunos mese, pero no me estaba sirviendo mucho, él hacia todo lo posible para ayudarme, sin embargo, yo no me dejaba. Así que mi mamá opto por llevarme a un lugar donde podían ayudarme. 

Ella empezó a buscar internados para meterme y encontró uno, uno que podíamos pagar en ese momento, pero había un problema con este. Era que un internado, de ahí se oía que ahí le hacían algo a las persona. Cuando salían eran diferentes, pero de una forma mala.

Mi mamá me pregunto una y otra y otra vez si yo estaba segura en entrar ahí, yo solo le decía que sí. Y esa fue la segunda peor decisión de mi vida.

Al otro día, a mi mamá le dijeron que yo podía entrar cuando quiera, así que yo decidí entrar ese día. Me despedí de Leo y de Carla, mi mamá me llevo a ese lugar. Y cuando llegue me di cuenta que era blanco, solo había ese color, no me dio mucha confianza, pero no le preste atención.

𝗡𝗼 𝗺𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗲𝘀... || Henry DangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora