Capítulo 27

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POV de ___

—Ya llegamos. —Les informe para después abrir una puerta y prender la luz de nuestro próximo cuarto secreto.

— ___, acá solo hay cajas —me dijo Jasper.

—Y polvo. ¿Qué hacemos aquí? —Pregunto Charlotte.

—Esperen. —Les dije.

Luego de unos segundos, Schwoz empezó a hacer su sonido de idea.

—¿Ese es su...?

—Sip, 3, 2, 1...

—¡¡Chicos, tengo una idea!! —Gritó Schwoz feliz.

—Espera, ¿qué idea? —Pregunto Charlotte.

—Vamos a hacer un cuarto secreto, solo para los listos... —antes de continuar miro a Jasper—y Jasper.

—Oigan —se quejo.

—Tranquilo, Jas. Aunque sea vas a estar en el mejor cuarto secreto que hay en el mundo —le dije.

—Eso me tranquiliza.

— ___, hackea una tienda onilin.

—¿Queras decir online? —Pregunto Jasper.

—On... il... in.. ooo.

—Online —le dijo Jasper otra vez.

—Onlinou.

—Ya déjalo, ¿qué hackeo? 

—Hackea la tienda y haz que nos traigan todo lo que esta en esta lista para dentro de dos horas —me ordeno Schwoz dándome una lista.

La vi un poco y habían muchas cosas en ella.

Guau.

—Lo haré.

—Charlotte, ayúdala.

—No necesito ayuda —le dije a Schwoz molesta.

—Necesitas ayuda cuando no estas en tus cinco sentidos, así que.

—Estoy en mis cinco sentidos —contradije a Charlotte.

— ___.

—¿Qué va a hacer Jasper? —Pregunte.

—Él va a quitar todas estas cajas mientras que yo voy a traer mis herramientas.

—Son muchas —se quejo Jasper.

—Es mejor que empieces ahora. —Le dijo Schwoz—. Manos a la obra muchachos, este cuarto no se va a hacer solo.

—No nos digas así.

—¡¡Andado!! —Nos grito Schwoz.

"¡¡Ya!!", "amargado", "no nos grites" 

Luego de que no gritara, comenzamos a hacer lo que nos dijo.

Charlotte y yo salimos de la puerta secreta, ambas nos dirigimos hacia la computadora. Yo me senté, y Charlotte se puso a mi costado. Comencé a hackear la tienda mientras que me quejaba.

—¡¡¡Como que no combatimos el crimen, y lo peor es que me boto!!!

—Lo sé yo estuve ahí tranquila y—

—Pero sabes algo.

Empecé a dar vueltas en la silla mientras que Charlotte tocaba la computadora.

—No le hablare por un día —hable volviendo a mi posición normal.

—No quieres, ya llevas hablando con él todos los días desde hace casi cinco años.

—Tienes razón.

𝗡𝗼 𝗺𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗲𝘀... || Henry DangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora