Capítulo 11

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Narrador Omnisciente

En la Capi Cueva

Las chicas no dejaban de estar preocupadas por Ray y Henry, así que decidieron sacar algunas armas para ir y salvarlos de la trampa. Todo, mientras que, Jasper y Schwoz jugaban con Keyklin.

—Capitán Man, Swellview esta en peligro —dijo Jasper.

—Eres el único que puede salvarnos —continuó Schwoz.

—El tiempo se agota tienes que actuar ahora.

El científico agarro a la cachorra e hizo parecer que ella volara.

—Por el tubo.

—Deberías llevar más armas —le recomendó Charlotte a su amiga.

—Estoy bien con esta, creo que es suficiente. Además quiero prácticas a ver si estos siete meses de ser el saco de boxeó de Ray sirvió para algo —comentó ___, estirando.

—Bien. Ahora, ¡¡chicos!! —gritó Charlotte—. Vamos a ir a rescatar a Henry y Ray, ¿quieren venir con nosotras o se quieren quedar a jugar al super perro con Capitán Keyklin?

—Difícil pregunta —se sincero Jasper.

—Ray es malo conmigo —respondió Schwoz, mientras se iba al sofá con la perrita en brazos.

—Esto debe ser una broma.

Antes de que pasara algo más en el lugar de trabajo, suenan los tubos avisando el regreso de los dos superhéroes de la ciudad. 

—Oh, que bueno —se tranquilizó Charlotte, tirando todas las armas que tenía encima.

—Yo no sé si es bueno o malo —opinó la pelinegra, dejando la arma que tenía en la mano en el borde del sofá.

Apenas lo chicos pisaron la cueva, por su cara, intentaron dejar en claro que la pelea no había sido la mejor, en especial el rubio aún enmascarado.

—Muy bien, te tengo Kid —avisó Ray, sosteniendo a Henry del brazo derecho—, va a estar todo...

Segundos antes de que los chicos llegaran, Schwoz puso a Keyklin en su cama, esta se encontraba al medio de la mesa del sillón.

Cuando el jefe la vio, soltó a su compañero, y no dudo, ni por dos segundos, en ir con ella, ya que también estaba con un disfraz de Capitán Man y eso le pareció muy tierno.

—¿Estas bien? —le preguntó ___.

—No —contestó Henry, serio.

—Olvídate del disfraz, ¿cómo salieron de la trampa de Rick Twitler? —preguntó Charlotte.

—Guau, guau, guau, guau —lo detuvo el rubio, mientras que se sentaba en el sillón—, ¿sabían que íbamos a una trampa?

—Sí. —Respondieron las chicas, al mismo tiempo.

—¡¿Y no nos dijeron nada?! 

—Te llamamos, Ray, pero jamás contestas —lo expuso la pelinegra.

—También les dejamos mensajes de voz —agrego la morena.

—Mensajes de voz, ¿quién deja mensaje de voz?, ¿por qué no le enviaste un mensaje? —le consultó Henry a su amiga

—Es viejo —respondió Charlotte.

—¡No soy viejo!

—A quien le importa que tan viejo es —cambio de tema Jasper.

—Tengo treinta y seis —se susurro Ray.

—¿En serio cayeron en la trampa?, ¿Rick Twitler esta preso?, ¿nos trajeron miel?

𝗡𝗼 𝗺𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗲𝘀... || Henry DangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora