Despierto al escuchar las voces de algunas personas que se encuentran cerca.
Abro los ojos con pereza y veo que mi madre y Prim siguen dormidas, al igual que Hazelle y Posy que están cerca de nosotras.
Busco con la mirada el origen de las voces, veo que se trata de Gale y sus hermanos, quienes están en un campamento que se encuentra cerca de nosotras. Al parecer ellos están ayudando a algunas familias a encender unas fogatas para protegerse del frío.
Miro el cielo, donde los últimos tonos oscuros de la noche desaparecen lentamente para darle paso al amanecer.
No creo poder volver a dormir, por lo que me quedo acostada mientras miro el leve humo que sale de nuestra fogata que se encuentra apagada. Por el humo, parece que se apagó hace poco, seguramente por la falta de leña.
Siento que mi estómago ruge con fuerza y pide alimento, al igual que mi bebé que patea constantemente dentro de mí.
Busco con la mirada algo que pueda comer, pero no encuentro nada.
Me sobresalto un poco al ver que alguien se acerca a mí. Veo que se trata de Gale, quien sigue siendo igual de sigiloso como recuerdo.
Él se pone de cunclillas y me mira.
—Vuelve a dormir —susurra—. Aún es temprano.
Me quedo en silencio mientras acaricio mi vientre por debajo de las mantas, intentando tranquilizar al bebé.
—¿Por qué estás despierto?
—He ido con mis hermanos a checar algunas trampas y a cazar, conseguimos algunos animales pero faltan más para todos los que estamos en el bosque.
Una ligera sonrisa aparece en su rostro mientras mira el cielo.
—Estos eran nuestros días favoritos para venir al bosque, ¿recuerdas? —susurra—. En primavera por la mañana —me mira—. Deberías ayudarnos a cazar, eres muy buena con el arco y necesitamos algo de ayuda.
Niego con la cabeza y me acurruco más con las mantas.
—No voy a hacerlo, quiero quedarme aquí.
Él suspira pesadamente y me mira molesto.
—No puedes quedarte ahí acostada por siempre —susurra con enojo—. Sé que es difícil por lo que estás pasando, pero no puedes dejarte caer de esta manera. Tú no eres así, no eres débil.
Gale se levanta y se aleja de mí.
Vuelvo a quedarme sola.
Antes el bosque era mi refugio, pero ahora no encuentro consuelo en este lugar.
Incluso mi estado de ánimo empeora ante la numerosa cantidad de recuerdos que tengo con Peeta aquí en el bosque, especialmente en el lago.
Reprimo un gemido de dolor al sentir que el bebé vuelve a patear con fuerza.
—No vas a darte por vencido. ¿Verdad? —susurro—. Sé que tienes hambre, pero espera un poco.
Siento otra fuerte patada.
Maldigo en voz baja y me siento como puedo sobre las mantas. Recargo mi espalda en el tronco del árbol y pongo la mano sobre mi vientre.
—Ahora no puedo conseguirte comida —murmuro molesta—. Así que intenta calmarte.
En lugar de tranquilizarse, siento que sigue pateando y moviéndose.
Me siento patética discutiendo con mi bebé, especialmente sabiendo que él ni siquiera puede entender lo que digo.
![](https://img.wattpad.com/cover/124625111-288-k755651.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Nuestro Secreto
FanficKatniss y Peeta nunca fueron seleccionados para Los Juegos del Hambre. Es curioso cómo a veces una simple acción puede cambiar por completo la vida de alguien. Los papeles con sus nombres escritos jamás salieron de esa urna que condena cada año a lo...