- Prólogo -

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Luisa tomó a su hija y salió hacia la ciudad. No tenía nada, había perdido todo y lo único que le quedaban eran las ganas de venganza.

Su hija la miraba cada tanto, era muy pequeña, hasta le costaba seguirle el paso. Tomaron el primer vuelo y viajaron a Londres. Y no fue tanto tiempo el que le faltó a Fred para tratar de comunicarse con ella.

El hermano menor estaba enamorado, mientras que el mayor sentía el deseo hacia el dolor, poder y su mujer. La pequeña no sabía sobre las sombras en las que su familia se separaba, ella simplemente era una ingenua que miraba la gran ciudad y se acurrucaba sobre los cartones que habían colocado bajo un puente.

Luisa tuvo que dejar todo, absolutamente todo. Su dinero ya no era algo del día a día y su poder se había quedado resguardado para cuando la guerra termine. El único problema era que esta recién comenzaba.

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Los clanes se estaban preparando y las alianzas se engrandecían, lo único que estaba claro, es que en estas guerras la familia va primero, pero el poder por la ambición le supera al amor.

RAMÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora