Q U I N N
— ¿Comiste? — digo arrodillándome frente a una celda.
Sus ojos se encuentran con los míos, y con una sonrisa pone mentón en alto.
— El pollo estaba frío, pero es mejor que tener que verte arriba con el inservi...
— ¡Cierra la boca! — le gritó cuando veo que empieza a salirse de su lugar — Estas aquí porque lo mereces, estás aquí por ser desleal y un maldito.
— ¿Maldito? Tu lo besaste en la fiesta.
— Por algo será, tal vez el lo hace mejor — le digo poniéndome de pie con una sonrisa — Tal vez el vale más.
Su mano toma un cuchillo y lo lanza, pero no llega muy lejos ya que tiene las manos agarradas a unas cadenas.
— Es verdad, los labios de Julie eran mucho más suaves que los tuyos... — apoya la cabeza en las piedras húmedas— Su cuerpo... curvas...
— Lastima que tú estés en una celda mientras yo disfruto con alguien que si vale la pena — digo caminando para irme — Y si se le olvida, recuérdenle que está aquí por dejar que casi maten a los nuestros — digo recordándole a un guarda que cuida la puerta.
Jack está tras las rejas, porque el día del baile desapareció hacia no se donde, y cuando lograron contactarlo, rompió su aparato de rastreo para volver dos días después, furioso por lo que sucedió. Y, que quede claro, no me justificó el beso de Oliver, pero tampoco voy a tratar de poner tapones a cosas que deseaba.
Subo de nuevo al castillo y Mara se acerca para explicarme las cosas del viaje de hoy. Acato todo lo que me dice y entro a mi habitación para darme una ducha, cambiarme e irme.
Me seco el pelo con rapidez y le digo a Leila que se tome el día libre, después de todo, durante toda mi vida me atendí sola. Elijo un pantalón negro de tela, una camisa del mismo color y un tapado color beige oscuro. Tomo una de las carteras de mi madre y salgo después de ponerme un poco de perfume.
Me encuentro con Oliver en la azotea, y con el Andrey, Alessia, y Candice. La pequeña nos va a acompañar porque no confío en dejarla en manos de mi padre y Alessia parece llevarse bastante bien con ella. Este viaje no es para crear conflictos y mucho menos guerras, simplemente quiero que Noor esté bien.
Con Oliver y Candice entramos a un avión y Andrey entra al suyo. Las puertas se cierran y por la ventanilla veo cómo nos alejamos del castillo. Candice duerme sobre las piernas de Oliver quien me abraza en el asiento del lado.
— ¿Estás bien? — la voz de Oliver se escucha en mi oído y me giro para verlo.
— Si, solo que, esto no me gusta nada. Ya sabes... Lo de Noor no me va a tener tranquila hasta que se arregle.
— Todo va a salir bien — me besa el costado de la cabeza y me acuesto para dormir en su hombro.
El viaje duró cinco horas aproximadamente, y solo pude dormir una. En las otras me puse a ver por la ventana, y a Candice jugar con unas muñecas que viste y desviste. Oliver escribe cada tanto y cada otro tanto me mira a mi y a la pequeña.
— Hoy estás inspirado— le digo sonriendo de reojo, mientras bebo un poco de café para entregar la taza ya que estamos por aterrizar.
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RAMÉ
RomanceElla era abierta y alegre era diferente y ambiciosa. El era apocado y silencioso, nadie lo veía, el era una sombra. Ella amaba leer y el amaba escribir. Ella fue el poema más hermoso del que él alguna vez escribió. Y el fue el libro más int...