RAMÉ

Hazlo

Q U I N N

— Mamá — dije poniéndome un mechón de pelo y agradeciendo que Oliver no se haya agachado a tomar mi auricular.

— Te extrañé mucho — dijo acercándose a mi. Llevaba un vestido azul, la tela era brillosa, era delgada, con el pelo rojo fuego y pecas que aparecían por debajo de su antifaz. Sus ojos eran celestes oscuros, fríos, tétricos, sinceros tal vez.

— No lo parece — dije sonriente — Feliz cumpleaños.

— Gracias — se acercó a mi y pisó el auricular, claramente fue a propósito — Deja de preocuparte por eso y vamos a la mesa, la cena se servirá en cualquier momento.

Oliver me miraba de costado y le dirigí una mirada fría.
Cuando volvimos al salón había más luces, con ayuda de estas busqué a Jack, pero estaba perdido. No tan lejos porque respondió por el auricular pero, no lo veía y tengo miedo de que me haya dejado sola.

— Que los invitados se sienten — dijo mamá a un hombre que venía de traje y con un comunicador agarrado a su saco.

Por los parlantes anunciaron la petición de mi madre y cuando quise hacer amago de alejarme un poco. Ella me tomó de la mano y me sentó en una silla que estaba junto a la suya.

Sentí la cuchilla que llevaba en la pierna y el sentirla, fue como una advertencia a lo que había venido a hacer. Mientras los invitados se sentaban en las mesas, mi madre no soltaba mi mano.

— ¿Conociste a tu padre? — me dijo sonriente.

— Si, es una suerte. Si hubiera sido por ti, me hubieras alejado de por vida de él.

— No sabes cómo fueron las cosas, princesa — me dio un apretón suave, no parecía enfadarse a pesar de que lo que le decía no iba con buenas intenciones — No sabes lo que sucedió ni cómo llegamos hasta aquí.

— ¿Quieres contarme?

— Tal vez en otro momento — dijo y los carros con comida empezaron a circular.

Nos dejaron unas albóndigas con salsa en el plato y todos empezaron a comer cuando nos sirvieron. Oliver se sentó unos lugares más alejados, junto a una chica rubia, era bonita y le hablaba con demasiada confianza. El sonreía a lo que escuchaba y cada tanto me miraba.

— Quiero hacer un anuncio — dijo mi mamá luego de que todos terminaran de comer los 3 platos y hayan traído el champán para el brindis — Quiero contarles que mi hija, Quinn está aquí.

Su mano se posó sobre mi hombro y me incentivo a pararme. Lo hice y aproveché para buscar nuevamente a Jack, claramente no lo encontré.

— Llevaba años sin verla y estoy muy contenta por anunciar, que va a formar parte de mi vida — sonrío en mi dirección, se había sacado el antifaz y era aún más notable nuestro parecido — Y de todo lo que conlleva claro. Así que aprovecho esta noche para mostrarles a otro integrante de la familia Brown.

No sabía que responder, pero el corazón se me infló mientras en los aplausos Candice salió de algún lado y corrió a abrazarme. Me tomó por las rodillas y apoyó su mejilla en estas. Me agache un poco y me levante de la silla para abrazarla.