- Nos volvemos a ver -

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Q U I N N
LONDRES 2007

—  ¿Donde estuviste Quinn?

— Lo siento — es lo único que puedo pronunciar, el agarre de las dos niñas que me sostienen los brazos es demasiado fuerte y me lastiman.

—¿Que te dijimos sobre entrar a esa habitación? ¡Esta prohibida!

— Lo se. Lo siento.

— Traigan... traigan...

Por favor que no lo diga, por favor que no lo diga, por favor que no lo diga..., repito en mi cabeza ya que Ruth está pidiendo que traigan el cinto de cuero marrón con una ebilla que es mejor tener atada a tu cintura que en el castigo de Ruth...

Duele Horrores y yo últimamente fui víctima de esta repetidas veces... Tantas que perdí la cuenta y descubrí que si no la nombra se me hace mas fácil prepararme para el golpe.

Ruby entra con el cinto en sus manos y me lanza una mirada de compasión...

Anoche no podía dormir y como siempre que me sucede eso hurgo en mis cosas viejas...

Entre estas, la ropa que traje el día que llegué y el bolsito crema que contiene una cadenita dorada con una Q colgando, nunca la usé por miedo a que me la saquen..., en fin, estaba revisando entre esas cosas y en el abrigo color rosa viejo que estaba un poco agujereado encontré un papel..., este ya estaba amarillento y algunas letras eran medio inentendibles ya que la tinta se había corrido en algunos lugares.

Quinn... mi princesa...

No se cuando leerás esto y menos se si es lo correcto dártelo..., pero si lo estás haciendo, es porque decidí dejártelo e hicieron un buen trabajo en el orfanato ya que sabes leer...

Ahora eres demasiado pequeña..., pero en unos años te convertirás en la gran mujer que siempre supe que serías. Te amo con todo lo que soy y muchas veces las personas que aman con tanta intensidad deben hacer cosas para que la otra persona esté bien.

Justo ahora... estas durmiendo junto a mi... en una helada noche de londres... y me estas tomando del dedo como te gusta hacer... Sos tan pequeña y tan grande a la vez..., con esos ojitos bicolores que me miran y me hacen mas difícil dejarte..., pero bueno, las cosas son así y a veces el amor te mete en callejones de los que son casi imposibles escapar... y ahora debemos separarnos para que puedas tener la vida que nunca te hubiera podido dar si te quedabas conmigo y  nos encontraban.

Mi pasado no es un buen futuro para ti y si es que algún día te enteras de lo que en verdad fue tu familia, simplemente ten presente que te amé con todo mi corazón y que el mundo donde naciste es un mundo lleno de dificultades que probablemente ayudé a causar.

Te amo princesa.

Con amor Mami.

29-7-2003

Muerde esto — Ruth me tiende un pedazo de tela y lo agarro con la boca. — Espero que al menos esto calme un poco los gritos y no te muerdas la lengua.

— Por favor... — digo en un susurro, pero nadie parece oírme, y si lo hacen, no les importa.

El primer golpe.
En mi opinión es el que más duele ya que es en el que siento como la piel se me abre, pero debo admitir que la primera vez que pasé por esto pensé que el último es el más doloroso, pero no... con el tiempo me fui dando cuenta que no era así.

— ¿Cu-Cuantos son es-esta vez? — la voz se me corta al sentir la sangre escurrir por mi espalda.

— Déjame pensar... — dice Ruth mientras se acomoda el cinto en el puño para el segundo golpe y me vuelve a colocar la tela en la boca.

RAMÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora