Caímos en la tentación // Jenlisa ¡GP!

La misión

La luz inmediata en sus ojos hizo que los cerrara al haberlos mantenido entre tanta oscuridad.
Se movió, y aceptó que aún dolía, pues el cuerpo ahora lo sentía débil y cansada, pero eso no quitaba su felicidad. Y sonrió cuando observó el techo, aunque las condiciones hubiesen sido diferentes ella seguiría igual con esa sonrisa.

Suspiró aún sin darse cuenta que alguien la miraba con ojos más brillantes que nunca.
Cuando dejó de mirar el techo, observó toda la habitación, era grande, se refregó los ojos con sus puños, confundida, de no saber si lo que veía en verdad era real.

- Véte, vete de aquí - Fue lo primero que salió de su boca cuando la vio levantarse del sofá. - Dije que te largues -

- Pero, Jennie.... - Lisa no supo si moverse o retroceder, la castaña parecía hablar tranquilo, pero claramente estaba molesta. - Es que yo.... - ¿Qué podía justificar? Además, tantas personas la habían hecho confundirse, no estaba segura del todo si lo que en verdad quería era estar en el hospital con Jennie, aún en ella venía la imagen claramente de la castaña en un vestido blanco, llorando, y meses atrás, mintiéndole, engañándola, teniendo la decisión de casarse, no sabía si podría algún día superar aquello, no sabía si Jennie le decía la verdad. Simplemente no estaba segura aún del todo. Pero sí se arrepentía de las palabras qué tal vez lastimaron, hubiera podido contestar, hacer cosas, de otra forma. No como las había hecho.

- No dices nada, claro. Porque ni siquiera sabes qué decir - La castaña trataba de mantener la calma, lo intentaba. Pero creyó que cuando llegara aquel momento se tranquilizaría, pero no, lo único que recordaba era el rechazo de Lisa y eso, la hacía enfurecer. - En serio quiero que te vayas, vete, te lo digo en serio, o.... o llamo a alguien - Le advirtió. Pero ésta parecía seguir en su misma pose, parada a tan solo un metro de su cama, más cerca comprobó que sus ojos se encontraban rojizos, y que éstos tenían una leve hinchazón, quizá de llorar. - ¿Cuál es tu estúpido pretexto? ¿Cuál es? ¿Ah? Te dije que te ibas arrepentir, y seguro es lo que estás haciendo en este preciso momento, eres una idiota - Miró hacia otro lado.

- D-Déjame ver - Apuntó hacia la pequeña cuna hospitalaria que estaba a su lado, donde solo se veían mantas que obstruían su vista de lo que en verdad quería ver.

- No, te hecho dicho que no, Lalisa. Te he dicho que te vayas - Se tuvo que levantar un poco cuando la vio avanzar. Se quejó un poco, y observó la mirada preocupante en Lisa. - Vete - Volvió a decirle.

- ¿Y.... y los demás? - Preguntó Lisa, aunque no esperaba como tal una respuesta.

Había llorado toda la noche, mientras esperaba que la castaña despertara para poder hablar. Pues si en verdad fueran sus bebés y tan solo tuviera uno ahora, no se perdonaría que hubiese pasado cosas trágicas por su culpa.

- ¿Cuáles demás? - La vio extrañada.

- Jisoo, ella.... dijo que tendrías tres bebés, pero después Rosé dijo que al parecer eran cuatro y.... -

- ¿Qué? - La interrumpió, y quiso reír un poco ante aquella broma, pero después la miró un poco asustada cuando ésta comenzó a llorar sin razón, se levantó aún adolorida y caminó hacia ella. No sin acercarse tanto, pues temía debilitarse y terminar perdonándola. - ¿Por qué lloras? -

- Perdón. Es que perdón.... - Se limpió sus lágrimas rápidamente, pero siendo en vano, porque, al instante sus ojos volvían a mojarse. - Yo.... en verdad, si eran míos te lo juro que no me lo perdonaré, haré algo por ser una idiota - Sabía que la castaña ahora la odiaba posiblemente, pero no sabía por qué merecía esa mirada tan rara de ella. - Perdón, en serio perdón, yo llamé a BamBam, creí que se podía hacer algo más. Jennie, perdón - Rozó levemente su mano, pero ésta al instante la alejó.