Caímos en la tentación // Jenlisa ¡GP!

Fin

- Ah - Se estiró en la cama plácidamente y sonrió cuando sintió su mano en su vientre, volteó hacia su izquierda y observó a la castaña dormir tranquilamente, besó sus labios de una manera tan delicada con tal de no hacerla despertar y acarició su mejilla mientras la veía dormir. Como se podía poner insegura esa Jennie si con tan solo verla el corazón de Lisa latía locamente haciendo soltar un gran suspiro.

Acarició su brazo desnudo y retiró la mano de Jennie de donde la tenía para poder acariciarla y darle un beso. Ésta se removió inquieta y Lisa trató de sacarse de ella rápidamente antes de que despertara. No sin antes volver a dejar un beso en ella.

La amaba, estaba enamorada de ella, ningún contrato le diría que le pertenecía, ningún contrato le haría recordar que su cuerpo era suyo. Pero sabía que era importante pedirle matrimonio. Quizá no importaba tanto, ella le sería fiel y siempre la amaría estando casada o no con ella. Pero la amaba, quería hacerle ver que quizá un contrato no es de letras, puede ser con palabras de amor y entregarse hacia ella. Con pedirle matrimonio le haría ver que jamás rompería una promesa aunque fuera por un contrato. Ella le hacía promesas con palabras, no importaba. Pero cuánto no le encantaría verla para ella, lista, de pasar toda una vida a su lado.

La observó tranquilamente durmiendo en la cama y sonrió, verla así, que solo ella pudiera verla en esas condiciones. Que solo ella pudiera tocarla y hacerle amor, que solo ella pudiera escuchar de sus labios un "te amo".

Suspiró, siquiera sabía cuantos suspiros llevaba en toda la mañana, era imposible no hacerlo cada vez que la miraba. Mirándola mientras duerme, su mundo se para, todo se detiene, pero el sol no le perdona que se sienta tan completa, envidia la luz que ella desprende.
Definitivamente la castaña había sido una estrella que llegó a su vida.

- Lili - El corazón de la nombrada se aceleró cuando la vio buscar con su mano por toda la cama su cuerpo aún durmiendo y susurrándola entre sus sueños.

No la quería dejar sola, pero después de todo tenía que ir a ver a Kylie. Salió de la habitación no sin antes ponerse su pijama y sonrió, porque esta vez la bebé ya estaba despierta, solo no había llorado.

- Vas.... vas progresando, Kylie - La observó desde su cuna. - Ya no lloras cuando despiertas - La tomó entre sus brazos para sacarla de aquella "cárcel", aunque su bebé se quejó cuando olvidó su sonaja. - Disculpa, lo..... lo siento - Regresó a por ello y se la dio. - Ya.... ya sé que ya te lo dije, pero.... pero te lo dire otra vez, te extrañe mucho - Besó sus mejillas gorditas y abrazó su mini cuerpo. - Yo.... yo te amo mucho - Al escuchar su silencio fingió llorar, y Kylie la observó curiosa sin entender, llevó su mano hacia su rostro y colocó su manita en el sin saber qué hacer, Lisa rió divertida. - Hueles a bebé, hueles a bebé - La atacó con más besos y Kylie echó la cabeza hacia atrás cuando sintió cosquillas. - M-Me gusta hablar contigo aunque tú no hables - La bebé solo veía sus labios moverse, pero no entendía del todo a su madre.

Lisa no tardó en tratar de organizar varias cosas, tratar de cocinar algo aún con Kylie en sus brazos, tratar de darle de beber su biberón aunque ella precisamente no quisiera eso, tratar de que no se durmiera otra vez, tratar de hacerla eructar como a todos los bebés se les debe de hacer, y..... lamentablemente tratar de ver si su pañal no estaba sucio.

- No, la.... la verdad a mí me da miedo esto - La levantó del cambiador de pañales donde la tenía, y claro, fue a por Jennie, también para aprovechar si aún no despertaba. - Oh - Dijo cuando entró y observó a la castaña cambiarse para ponerse su pijama. Dio media vuelta rápidamente y cubrió los ojos de Kylie, aunque la bebé siquiera había visto nada, era más importante morder su mordedura. Lisa se sonrojó y la castaña soltó una carcajada, le parecía tierno que tomara esa actitud aún cuando hace una hora la había tocado.