¿Llorar? ¿Por ella?

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- Lis, no estaba enterado, lo siento en serio - La abrazó fuerte. - ¿Por qué no se lo dices? -

- Porque yo la quiero, no puedo. Y algo me dice que no dejará a su novio, ya no haré nada. En serio que no haré nada, le dije que podríamos hablar mañana, pero..... p-pero ya no estoy dispuesta ni hacer eso - Se limpió la lágrima que involuntariamente rodó en su rostro.

La lengua de su hermano no daba para más, no sabía qué decir, qué hacer, jamás había visto a su hermana tan mal emocionalmente, ella siempre estaba alegre aunque no todos los días fueran así. Pero Lisa siempre mostraba su sonrisa, y ahora verla triste, a BamBam le dolía.

Lisa se siguió abrazando a su hermano hasta tranquilizarse, pues ahora él era la única persona con la que en verdad su compañía sentía tener sentido.

En algún pasado creyó que si se imaginaba a la castaña haciéndole el amor le dolería más que a nada, pero ahora sabía que estaba equivocada, ahora no se la podía imaginar, porque ya la había tendido, a su mente llegaban los recuerdos de las veces que la había hecho suya, y en eso se quedaban, recuerdos, le dolían más los recuerdos. Ahora no eran producto de su imaginación, ahora era realidad, y la triste realidad era que tenía que asumir que no la tenía a su lado.

- Debe tener explicación, que Jennie no sea agrado de mamá - Se quedó pensando. - Te juro que investigaré todo, yo lo voy a investigar y te contaré, Lis - Besó su frente. - Todo -

- No creo que sea algo que investigar, pero gracias - Asintió feliz por su apoyo y se relajó en los brazos de su hermano al instante. Estuvo a punto de cerrar sus ojos y por fin entregarse al sueño, cuando el timbre sonó de golpe insistentemente.

- Yo iré - Avisó BamBam levantándose del sofá y yendo hacia la entrada.

Lisa se sintió aún más tonta cuando llegó a pensar que podía ser Jennie, que vendría y le diría que la amaba como aquella vez, que con solo recordarlo su corazón latía desaforadamente, pero también recordaba su realidad.

La espera la dejó un tanto confundida cuando observó a una persona caminar a toda velocidad hacia ella y tumbarse en el sofá como sin nada.

- ¿Hola? - Lisa se llevó la mano a la nuca sin entender.

- Oye - Recordó BamBam. - Es la chica con la que Jisoo estaba ese día, muy linda, muy linda -

- Aléjate - Rosé entrecerró los ojos. - No me gustan los sucios hombres - Fue al grano.

- Solo era un comentario - Bufó el hermano de Lisa, quien sabía de los gustos de esa chica, pues claro se veía. Pero no podía evitar llegar a sentir atracción hacia ella, aunque supiera que los hombres no le gustaran, sabía que le llamaba su atención. Y Lisa lo sabía, estaba enterada de ello, a su hermano le podía atraer una chica que no le atraían los hombres en absoluto.

- Rosé, yo.... tú... ¿Qué haces aquí? - No se lo tomaba para mal, Rosé le caía bien y solía ser divertida, aunque a veces su presencia la hacía poner nerviosa y los comentarios que hacía de Jennie y ella.

- Lisa, Lisa, Lisa.... - Llevó su mano a su frente y se echó para atrás como si fuera una doncella en apuros. - Vengo a tu pequeño bar - Soltó una pequeña risita y se levantó sin ningún pudor caminando por el camino que conducía a la enorme cocina.

- Creo que mejor me voy - BamBam no entendía que estaba pasando, pero lo mejor era dejar a su hermana a cargo. Lisa asintió y él se fue mientras en su cabeza pensaba en teorías.

- Oye, ¿Estás bien? - Le preguntó Lisa cuando la vio perdida recargada en la isla pensando.

- ¿Quién era él? - Fue lo que preguntó Rosé.

Caímos en la tentación // Jenlisa ¡GP!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora