Caímos en la tentación // Jenlisa ¡GP!

La espera, las horas

- ¿Qué te pasa, hija? - Aunque no entendía nada, él seguía manteniéndola en sus brazos.

- Te tardaste mucho - Opinó Lisa triste, recargada en su hombro.

- Uh perdona, Lis - Sonrió y la abrazó fuerte. - Además, no estuve de vacaciones, ¿sabes? También estuve viendo algunos problemas de la empresa.... ¿Estás bien? - Se separó de ella y la observó atento. John veía algo extraño. - Te noto.... ¿triste? ¿Algo pasa? ¿Es tu madre de nuevo? - Apretó los puños con rabia, y Lisa asustada negó inmediatamente.

- Yo.... yo traté mal a Jennie - Bajó la mirada apenada.

- ¿Por qué? ¿Qué ha pasado entre ustedes? - Dejó su maleta a un lado de la cama y observó a su hija como se tiraba exhausta en ésta.

- Mejor..... mejor debería irme a mi casa ya - Intentó huir.

- Dime - Le dijo seriamente.

- No ha pasado nada... más que hemos estado juntas una que otra vez, pero solo es.... Jennie es muy buena amiga - Ni ella misma ya podía convencerse de aquello.

- Lis, me estás mintiendo - Acarició su espalda, y se sentó en su cama para poder escucharla.

- ¿Si yo.... si yo te cuento no le dirás a nadie? - Volteó hacia todos lados intentando ver si alguna presencia podía escucharla, pero no había nadie.

- Esta claro que no - John soltó una risita.

- Bueno.... yo he besado a Jennie - Soltó sin más. - Ya van como dos veces.... la primera prometí que si ella lo intentaba o yo lo hacía lo primero que..... que haría sería rechazar la idea. Pero ayer pasó otra vez, y... ella... ella... ella intentó tocarme - Se sonrojó inmediatamente cuando volteó a ver a su padre. - Pero ella no sabe, no sabe - Se exaltaba. - No le he dicho.... y yo sé que a ella le gustó, porque... me lo ha dicho, pero no le gustará cuando me vea. ¡No así! - Alzaba sus manos en protesta. Bueno, al menos a Lisa le gustaban las mujeres, tan solo se ponía de ejemplo, que conociera a una mujer y le encantara, pero ésta dijera le que tenía genitales contrarios quizá la haría retroceder, porque a ella le gustaban las mujeres y ya. No sabía si pasaría lo mismo con una castaña y en verdad querría estar con ella. - Yo me puse nerviosa y.... y la corrí de mi casa. Creo que se enojó.... de hecho sí, se enojó. No me ha llamado, o hablado. E intento ir a su casa pero me da miedo que esté su estúpido novio ahí - Pero está sola. Recordó cuando Jennie le había dicho aquello. - Aún así - Volvió a la realidad. - Está enojada, yo lo sé. Y no querrá mis disculpas, o ni siquiera querrá verme, y se alejará de mí.... ya no querrá ser ni mi amiga - Hizo un puchero.

- Wow - Tuvo que aceptar que le sorprendió. - Pues mira.... - Se acomodó mejor en la cama. - Yo no sé mucho que pase con ella y contigo, pero veme - Le ordenó, viendo los ojos brillantes de Lisa ante la expectación. - Veo que.... que la quieres - Su hija desvío la mirada hacia otro lado avergonzada. - Pero yo no quiero que te hagan sentir incómoda, no quiero que te sientas mal. Tú, qué conoces a Jennie, piensa cómo reaccionaría si le dijeses la verdad. Si ella está igual que tú yo sé que lo entenderá - John tenía que aceptar que le atemorizaba que su hija fuese a enamorarse de la persona equivocada. Le daba emoción verla en ese estado, pero también vértigo de no saber lo que pasaría. Si bien el amor es lindo, también puede llegar a ser doloroso. Aunque el verdadero nunca daña.

- No puedo, no... no y... no puedo - Negaba reiteradas veces, con solo pensar en la castaña; se ponía nerviosa, cuando solo se trataba de su presencia, y si ella supiera lo que mantenía escondido, sería aún mucho más nervioso estar con ella, si es que quería seguir estando con ella.

- Pídele una disculpa entonces, si no quieres nada con esa chica dile que lo sientes, y tan solo conserva su amistad - La aconsejó su padre.

- Pero es... es que tampoco puedo - Protestó. Ella quería tenerla. - Pero sí quiero tenerla al menos cerca. Y no sé qué hice ayer - Se lamentó.