A veces el silencio llega a relajar a las personas, no obstante, también las hace sentir solas, nerviosas, con miedo.
Era el caso de Lalisa Manoban en estos momentos. Se acomodó mejor en la silla, y volteó a mirar hacia enfrente, Jennie le sonrió, pero luego recordó donde se encontraba.La castaña se había plantado muy emocionada en su casa, Lisa no sabía cuál era el motivo, pero por alguna razón, ver sonreír a Jennie, también la contagiaba. Había recordado el por qué la visita, se sonrojó cuando recordó que era fin de semana, tenía un compromiso con la madre de Jennie. Y lo había olvidado, por completo.
Ahora se encontraba en la casa donde Jennie había vivido su infancia, en la de su madre. Y, no negaba que la señora Kim fuera una persona educada y linda con ella. Pero a veces esas miradas que posaba en ella, la hacían saber que se encontraba analizándola profundamente.
¿Qué era lo que tanto Jennie y Rosé hablaban de ella que ameritó venir a la casa de su madre?
No lo sabía, pero al menos quería descubrirlo.- Ya sé que tú no estás tan presionada como Jennie, Rosé - La voz de Hana regañando a su hija, hizo que Lisa saliera de su trance.
- Pues perdona, mamá. Jen es una maestra del estrés, yo tan solo me gano la vida... día a día - En su rostro se formó una sonrisa de orgullo, que hizo rodear los ojos de su madre.
- Pues no es que hagas mucho, eh - Jennie entrecerró los ojos observando la sonrisa plasmada de Rosé.
- Claro que lo hago, que tú no lo veas no es mí problema - Defendió Rosé. - Y sino me crees.... pregúntale a ella - La señaló.
- En mi opinión, no es porque trate de estar de su lado, pero.... - Oh, y nos olvidábamos de Jisoo, ella también estaba en aquella cena, ella estaba en todo, hasta en lo que no. - He visto a Rosé trabajar mucho estos días - Comentó segura, ganándose una sonrisa por parte de Rosé.
- Lo dices porque son cómplices, Jisoo - La señora Kim observó con gracia las expresiones de su hija y la pelinegra.
La única que no hablaba, no bebía, no miraba, ni parecía respirar.... era Lisa.
Estaba tan nerviosa como para siquiera moverse y poder terminarse su copa de vino tinto. Además, no ayudaba mucho su mejor amiga, casi hermana. ¿Desde cuando Jisoo la traicionaba de esa manera?Al menos ayudaba un poco el saber que su mejor amiga estaba ahí, y no sola. Pero luego la veía platicar con la madre de Jennie sin ningún pudor alguno y negaba, no ayudaba.
Definitivamente se le iba lo "poco" que lograba sentirse tranquila en ese lugar. Sabía que la pelinegra le hizo saber que conocía a la señora Kim, pero no sabía qué tanto a éstas alturas.
- Lis.... ¿Quieres cenar otra cosa? Puedes pedir lo que quieras - Había algo en la dulce voz de Jennie que siempre hacía brillar los ojos de Lisa. Que siempre le hacía recordar que no importaba el lugar en el que se encontraba, porque la castaña siempre lograba hacerla sentir tranquila con tan solo mirarla a los ojos.
- Gracias - Negó con voz débil.
- Limario, entonces apúrate a terminarte eso - Señaló su copa de vino. Y Jisoo quiso reír de ternura al ver tan solo a su amiga asentir con la cabeza. Tal y como lo pensó Lisa estaba muriendo de vergüenza, no hacía nada malo por lo cuál tenerla, pero tampoco podía hacerlo por miedo a que sucediera.
Aunque, si bien la madre de Jennie se estaba portando un poco seria, era para esperar a que la cordura de Lisa no pudiera más, pero en aquella casa aunque ella hiciera algo vergonzoso, no habría el por qué molestarse.
- Y.... ¿Qué tal te va en el trabajo, Lisa? - Preguntó Hana, viendo con ternura como lo primero que hacía Lisa era mirar a Jennie. Lo supo descifrar, que aquello lo hacía solo para poder verla y sentirse segura.
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Caímos en la tentación // Jenlisa ¡GP!
FanfictionAunque estés con él siempre serás mía, porque llevas mi nombre tatuado en tu piel y en el corazón, porque él no sabrá tocarte como yo lo hacía, porque él no te amara como yo, y si no eres mía.... entonces tampoco lo serás de nadie más. Jennie jamás...