Novecientos noventa y nueve

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- Mmmm.... - Se movió incómoda en la cama, abrió sus ojos lentamente y soltó una pequeña risita. - Tengo sueño - Se quejó.

- Pero.... pero tienes que despertar - Agarró entre sus manos la pequeña manita de Kylie para tocar el rostro de su castaña y molestarla, ésta se quejó aunque le dio un corto beso a la pequeñita mano de su hija. - Yo..... yo te preparé el desayuno ya. Y Kylie me está molestando porque te quiere a ti -

- Está bien - Cerró sus ojos por unos instantes y de nuevo volvió a sentir los pequeños besos de Lisa en su rostro, quien se abalanzó hacia ella y la abrazó por detrás divertida. - Tengo mucho sueño - Dijo aún con sus ojos adormilados.

- Mira - Le dio un corto beso a su mejilla y observó a Kylie. - Ella.... ella puede sentarse ya sin caerse o irse de lado - La bebé movía su pequeña sonaja sin sentido alguno mientras veía a sus madres hacer.... no sabía qué hacían, era una pequeña bebé regordeta.

La castaña le dio un corto beso a sus labios, y se levantó, lamentablemente tenía que despertar de tan cómoda que estaba, pero si era para estar con su Lisa y su bebé claro que no importaría.

- Que bonita bebé - Se abalanzó hacia ella para besar su rostro reiteradas veces.

- ¿Me.... me puedes a mi dar un beso aquí también? - Lisa señaló su mejilla. Y Jennie rió divertida asintiendo, le dio un beso tanto como en su pómulo como en sus labios, pero se separó cuando escuchó las quejas de Kylie. - Sigue sin querer compartir - Lisa negó en desacuerdo con su hija y se levantó para irse hacia la cocina. Jennie sonrió, claramente bromeaba, pero sonrió, porque ya podía volver a ser feliz, volvía a tener a Kylie en sus brazos y tener a su Lisa, estar juntas.

- Eres tan bonita - La castaña sonrió cuando cargó a Kylie y el agradable olor a bebé le llegó cuando la tuvo en sus brazos. - Cada día creces más - Besó su cabello castaño y acarició su regordeta mejilla. - No quisiera que crecieras, pero tienes que hacerlo - La abrazó con fuerza. - Después.... después gatearas, caminarás y hablaras, ahí todo se va a descontrolar - La bebé no sabía qué decía su madre pero era tranquilizante sentirla besar sus mejillas y acariciar su espalda. - ¿Me extrañaste? Claro que me extrañaste - Ella misma se contestó. - ¿Verdad? Porque yo lo hice demasiado, tres días sin ti fueron demasiados - Hizo un puchero abrazándose a ella. - Pero cuéntame, dime cómo te trató esa señora, te veo bien, pero dime cómo te trató - Hasta la misma Kylie la observó extrañada al verla salir y salir palabras de su boca. - Perdón - Se disculpó. - Yo te amo - Besó de nuevo sus mejillas, y la recostó en su cama, sonrió al verla patalear sin sentido y se quedó observándola. - Eres muy hermosa como Lili - Pareció decir aquello cuando inmediatamente comenzó a llorar, su pequeño y tierno llanto hizo soltar una risita en Jennie. - Mmmm, ¿qué es lo que puedes tener tú? - La observó detenidamente, todo estaba en orden, su nuevo cambio de ropa parecía haber sido por Lisa, su pequeña sonaja seguía en su pequeña manita, quizá tenía hambre, aunque lo dudaba. - No llores, Kylie -

- Buuddshh - Hizo sonidos con su boca sin sentido, pero siguió llorando.

- ¡Lalisaaaa, su pañal! - Gritó la castaña cuando se dió cuenta.

La nombrada brincó del susto desde donde estaba sirviendo sus últimos toques al platillo, frunció los labios nerviosa; aún no aprendía del todo, aún no sabía cómo, y aún seguiría huyendo cuando se tratase de un pañal que cambiar.

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- Lo siento - Frunció sus labios. Jennie la observó penetrantemente y suspiró, para después alargar su mano y acariciar la de ella.

- Está bien - Le sonrío. Y se acercó para dejar un beso en su cuello cuando la abrazó por detrás. - Estoy feliz - Confesó algo que jamás confesaba.

Caímos en la tentación // Jenlisa ¡GP!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora