El único recuerdo

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- Ah, sí. Así - Cerró los ojos fuertemente. - Apresúrate, por favor - Chillaba entre el sueño.

- Eres un asco, Lalisa - Le gritó cuando observó su miembro.

- ¡No! - Lisa se levantó de golpe cuando escuchó un portazo, y gracias a dios que la despertó, porque el sueño que estaba teniendo no era para nada de su agrado, mucho menos era normal soñar aquello, por lo cual cuando se removió entre las cobijas se quejó audiblemente.

- ¡Lis! ¿Estás bien? - Taehyung llegaba con el semblante preocupado al escuchar su quejido.

- ¿Qué.... qué te hace pensar que no? - Hacia todo lo posible por intentar poner su mejor cara de "no dolor"

- Pues te escuchabas desde el pasillo así - Le fue inevitable escuchar cuando salía de su habitación, escuchando que Lisa en la suya no estaba para nada bien. - Estabas entre el sueño quejándote y..... ¿y cuando gritaste crees que no me iba asustar, Lisa? - Taehyung la miraba con semblante preocupado.

- L-Lo siento, definitivamente sí estaba en una pesadilla - Tragó saliva fuertemente al recordar de lo qué trataba.

- Cuéntame - La animó mientras se sentaba cerca de la cama.

- Oh no, no, no - Negó Lisa asustada. - No querrás saber, era algo muy, pero muy feo - Soñar con Jennie no era feo, de alguna manera su subconsciente le daba señales de cuan extrañaba a la castaña, pero su sueño precisamente no se había tratado de tan solo verla ahí y ya.

- Está bien - Rió, y después se levantó. - Uh, Lisa - Se quejó cuando observó el reloj de la mesita de al lado. - Es demasiado tarde, me tengo que ir -

- Está bien - Intentó sonreír aunque le salió como mueca.

- ¿Segura que estás bien? - No estaba convencido.

- C-Claro, mejor apresúrate para que no llegues tarde al trabajo, yo de hecho, pensaba ir, pero.... pero más tarde - Había tomado un descanso del cual parecía más bien estar haciendo lo contrario, y quería, necesitaba, distraerse y no pensar en algo, o en alguien en específico.

- Suerte, Lis. Te quiero - Le sonrió.

- Yo también, te quiero.... a ti - Susurró y Tae convencido de sus palabras salió con una sonrisa en su rostro de la recámara. Claro que los dos sabían que el "te quiero" era como grandes amigos. - Diablos - Se quejó en alto Lisa cuando se movió en la cama. - Dios, esto empeora, cada vez más - El latente dolor en su entrepierna la hacía solo sentirse más culpable de lo que llegaba a pensar acerca de la castaña. - Qué respeto para Jennie - Se llevó las manos a la cara y se fue directo al baño. Cuando bajó sus bóxers para desprenderse de la prenda tan incomoda y apretada encontró su miembro completamente erecto y rojo combinado con dolor. Llevó su dedo índice al glande y chillo. - Auch, auh - Se volvió a cubrir y buscó entre las medicinas algo que bajara aquella erección; dolorosa, vergonzosa y grande.

Esto es horrible. Había pensado.

~.~.~.~.~.~.~.~.~.~

- Ah..... - Suspiraba con un sudor pegado a su frente. - Ah, así -

- ¡Jennie! - La nombrada abrió los ojos lo más rápido y dio un pequeño salto en la cama. - Dios, hija. Compórtate - Le dijo entre dientes.

- ¿Quién..... quién es él? - Apuntó Jennie al muchacho que estaba tras su madre observándola extrañado.

- Viene a la limpieza de las sabanas - Le decía Hana. - Así que levántate, anda, y sea lo que sea que hayas soñado déjalo para otro día -

Caímos en la tentación // Jenlisa ¡GP!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora