Caímos en la tentación // Jenlisa ¡GP!

La respuesta

La castaña apenas y lograba abrir lo ojos, cuando escuchaba la voz de su madre, se levantó y se quejó, no tenía que preguntar para saber qué pasaba. Habían pasado dos días desde lo ocurrido, y una persona seguía insistiendo.

Observó todo a su alrededor, tanto como a su madre quien veía a su hija desde su pequeña cuna. Qué extraño cuidar de un bebé. Pues jamás pensó que su vida cambiaría tanto desde que conoció a Lisa. - Dios, Dios. Creo que no entiende - Se levantó cansada sin saber qué hacer.

- Tampoco puedes hacerle eso, Jennie. Es su hija, yo también estoy muy molesta por lo que hizo, pero no puedes estar siempre así - Ante las palabras de su madre asintió con un suspiro.

- Bien, hablaré con ella, de nuevo - Dijo entre dientes. - Hola - Murmuró incómoda. - ¿Qué es lo que quieres, Lisa? -

- Ya sabes qué - Encogió los hombros con la mirada abajo. - Es que..... yo quiero verla, Jennie. Por favor -

- Lisa, aún estoy molesta contigo, no pienso, ni quiero perdonarte. Debes recordar lo que hiciste, lo que dijiste y..... -

- Traje unas flores - Se levantó enseguida y la miró nerviosa. - Bueno, Jisoo..... ella vino conmigo y-y me ayudó a escogerlas para que..... -

- Mmmm..... gracias, Lisa. Pero no quiero tus flores con eso no pienso perdona...... -

- S-Son para Kylie - No supo detectar si la castaña se había puesto nerviosa. - Bueno, tú.... tú dijiste que así se llamaba nuestra hija -

- Pues entonces ella tampoco las quiere - Se sintió decepcionada al saber que Lisa no tuvo ese detalle para ella, sino para su hija. ¿En verdad ya no me quiere? Se preguntaba con tristeza. - No es tu hija, acuérdate -

- No digas eso, sí es - Frunció el ceño. - No puedes seguir así, harás que.... harás que me moleste -

- ¿Ah si? Pues no me importa - Se cruzó de brazos la castaña. - Enójate, tienes que estar consciente de lo que me dijiste. Ahora te lo estoy cumpliendo -

- Pero yo nunca te dije que no me dejaras verla - Se mordió el labio nerviosa y la miró con tristeza. - Por favor -

- Te dije que no, además..... - Tuvo la pequeña sensación de que alguien las miraba, cuando volteó hacia la entrada de la cocina comprobó a su madre, y a Rosé, tanto como Jisoo mirarla escondidas. Cuando las capturó con la mirada, éstas regresaron a su escondite inmediatamente. - Además ni siquiera estabas para ella, Lisa. No estabas cuando ella nació y..... -

Cual recordatorio hizo debilitar a Lisa demás, se mordió el labio para evitar llorar, pero ya era tarde. Las gotas saladas descendieron por sus mejillas, haciendo a Jennie incomodar y sentirse triste a la vez.

- No sé, no sé, no sé, no sé, no sé nada. Solo sé que soy una idiota, eso soy, lo soy. Perdóname, Jennie. En serio perdón, p-perdóname. Juré no volverte a rogar ni caer ante ti desde que... que te hice el amor y tú me dijiste mil veces que te casarías, pero ahora... ahora yo solo quiero que me perdones, por favor. Yo te lo juro que haré lo que sea para que me perdones, lo que sea - Lloraba.

- Yo no.... - No siguió hablando, porque cuando vio a Lisa hincar un pie, y después el otro, hasta arrodillarse en el suelo frente a sus piernas, la hizo abrir los ojos enormemente. - Lisa, no, no, no - Negó. - No hagas eso, no, no, deja de hacer eso - La regañó cuando abrazó sus piernas pidiéndole perdón. La castaña trataba de no llorar al verla a ella también hacerlo. No había otra cosa que no escuchara de eco más que:

- Perdóname, perdón, perdón, perdóname -

- Lisa, levántate - Le ordenó. - Levántate, no hagas eso, deja de hacerlo - Rodeó los ojos cuando sin querer ya seis pares de ojos, más los suyos, veían la escena desde cerca sorprendidos. - Lisa - No sabía cómo ésta podía abrazar sus piernas con tanta fuerza. - Deja de hacer eso, ¿si? - Se soltó de ella, pero ella seguía, allí, arrodillada, en el suelo, pidiéndole perdón. Jennie hizo lo mismo y se hincó frente a ella, no la quería humillar como para verla de esa manera, le hacía mal a ella, le daba tristeza lo que sus palabras la habían hecho hacer. - Sé que te dije que te ibas arrepentir y que no te iba a perdonar, pero no tenías por qué hacer eso. Ya no llores - Le pidió, y alargó su mano lentamente para acariciar su rostro, Lisa asintió, pero siguió en su misma pose, Jennie, cansada, y sin poder hacer tanto esfuerzo aún, se levantó, y se sentó en el sofá. - ¿Lisa? - Pareció hablarle con cariño, ésta misma se sorprendió, y volvió hacer lo mismo, pero esta vez se recostó en sus piernas, sentada en el suelo, y sonrió levemente cuando la castaña acarició su cabello. - Ya, ya, está bien - Juró no perdonarla, y hacerla pagar, pero simplemente no podía, no podía, verla tan vulnerable recostada en sus piernas abrazándose a ellas mientras sollozaba la hacía sentir querer abrazarla y decirle que todo iba a estar bien. - ¿Y ustedes qué miran? - En un intento de cambiar de conversación, volteó a sus espaldas donde Rosé, Jisoo y su madre veían tras el sofá.