Dejarte acabada

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- ¿Así que ya tiene la fecha de su boda? - Tragó saliva fuertemente. - Ya.... ya lo tiene listo. Que... que bueno - Hizo un puchero triste, y después se dejó guiar por su abrazo.

- Ay no, Lis, perdón, perdón. Quiero ayudarte para que sepas que Jennie es... que Jennie no piensa dar vuelta atrás para ayudarte. No porque sea grosera, pero, Lis.... hay que ser más realistas aquí, que positivas - Acarició su cabello con cariño.

- Gracias... gracias, Rosie. Tienes razón - Lisa se limpió las lágrimas que sus ojos derramaron y sonrió. - Gracias -

- ¿Por qué? ¿Por qué, Lisa? No hago nada, absolutamente nada. Quisiera ayudar - Hizo una mueca.

- Me ayudas - Su nariz se escuchaba congestionada. - Me ayudas mucho. Yo creí que con tu ayuda, ella..... ella... nada - Le dio un pequeño golpe en el mueble del comedor.

- Lo siento, lo siento mucho. Jennie es una torpe, intento que entienda, pero ayer le llamó a Sehun diciéndole que necesitaban hablar con un sacerdote inmediatamente, que mamá tenía todo listo, tenía, ella tenía..... mejor no diré nada ya - El rostro lastimado de Lisa le afectaba.

- Y en verdad no lo hagas. Yo.... ya no creo en Jennie, nunca debí creer - Después de tiempo, volvió a tomar su trago de golpe. Causando impresión en Rosé, quien jamás había visto beber a Lisa, tan solo en dos ocasiones, pero no como ahora y de esa manera.

- No estás nada bien - Opinó. - Deberías dejar de tomar de esa manera, ya deja de tomar - A estas alturas, Rosé la reconocía como una amiga, Lisa no era una mala persona, pero siempre solía ser ella quien la detenía a no tomar alcohol de más, pero ahora parecía ser al revés, Lisa no paraba de tomar desde que había llegado.

- No, yo.... yo no quiero. Gracias por la información, Rosé. Ya me di cuenta de.... de todo. Gracias - No quería ser grosera, pero necesitaba apurarla a que se fuera de su casa, o Lisa explotaría en lágrimas y se quebraría ante ella como nunca.

Ahora se encontraba sola, no podía estar más sola en la vida. Su madre, bueno, con ella nunca había contado desde que nació, le dolía saber que era la culpa de la separación de sus padres, pues nunca habían tenido un problema, ella siempre era, BamBam era un bueno hijo, pero Lisa, ella siempre solía ser juzgada por su madre. Y le lastimaba saber que su padre y la madre de Jennie habían sido amantes por gran tiempo, no estaba enterada de nada. Su padre se había sincerado con ella anoche después de pelear tanto con su madre, pero su confusión y el enojo le habían ganado haciendo correrlo hasta de su casa, al igual que Emma, no quería verlos, para nada.

Algo en ella sabía que Jennie estaba enterada de todo, su madre había atacado contra ella, para después actuar tan normal, Jennie no hacía eso. Por lo cual a Lisa le daba a sospechar que ella supo la verdad y no se la contó.
Volteó para poder ver a Rosé, ésta solo la miraba asustada y después intercalaba su mirada en el vaso de cristal que ahora; siquiera se había dado cuenta, se encontraba roto en su mano por tanta fuerza aplicada debido al coraje.

- L-Lisa - Murmuró asustada.

- ¿Tú sabías.... tú sabes de tu mamá y mi... mi.... - Temía decir que algo Rosé no sabía.

- ¿De tu papá? - Aquello le bastó para saber que realmente todo el mundo lo sabía menos ella. Rosé se movió nerviosa llegando a pensar que Lisa le daría un golpe con exactamente la mano que le sangraba, la fulminaba con la mirada tan enojada, que se asustó. - Déjame... yo.... déjame te doy esto - Caminó por la cocina hasta encontrar algo con que limpiarla. - Ten, deja de hacer esto. Si sigues tomando te vas a emborrachar, te sentirás peor, Lis. Y te está sangrando la mano - El líquido de alcohol que ahora se encontraba derramado solo se expandía por la isla.

Caímos en la tentación // Jenlisa ¡GP!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora