Era un tanto extraño, para ella conocer a alguien así en vez de sentir cosas diferentes.... sentía amarla, pues sabía que ella no había llegado para mal, sino para bien, su vida no tenía ni la mitad, y ya estaba segura que nadie, absolutamente nadie le había, ni le haría, el amor con tanta pasión como Lisa lo había hecho con ella, no solo fue tener sexo para la castaña, había sentido la magia en sus ojos al verla en cada embestida que daba con fuerza en ella. No podía creerlo, como su cuerpo parecía ser tan delicado, pero en su interior era tan fuerte. Lo quería, quería de nuevo que como anoche la hiciera suya. En ella habían aparecido colores que jamás pensó tener su corazón, sabía que no solo el cuerpo le había entregado sino también el alma, ahora era tan diferente todo. Y no lograba entenderlo. No lograría entender como Lisa se había convertido en una persona tan importante en poco tiempo, pero sí entendía que la quería y le gustaba, eso siempre lo tuvo claro desde que ella cruzó su mirada con la suya.
Y anoche..... en su mente todo pasaba como si hubiese sido un sueño, que sino hubiese despertado con el rostro casi pegado al de Lisa no lo hubiera creído todavía. La piel se le estremecía de tan solo pensar como sus pieles chocaban cuando se hacían el amor. Y sonrió, porque Lisa la había tratado bien, porque ella sintió como la había amado. Y juraba que todas las veces que quisiera, ella la amaría de igual manera y hasta más.
Ya no pensaba en otra cosa que no fuera ella, si no estaba ella no sabía quién era misma.Con ella podía ser al natural, podía sentirse una persona completamente nueva sin tener que mirar atrás y pensar que ella no era así. Pero con Lisa; podía ser una persona nueva, libre todo, que ella no la juzgaba, y eso, eso Jennie lo agradecía demasiado.
La castaña salió de su trance cuando incómoda Lisa se movió. Se alejó un poco de ella sin querer soltando una carcajada cuando estuvo apunto de golpearse contra su cabeza, Lisa se removió y sonrió levemente con los ojos entrecerrados.
- ¿Por qué ríes... de qué te ríes? - Lisa preguntó despertándose del gran sueño que jamás había podido tener.
- Casi me golpeas con tu cabeza - Confesó la causa. - ¿Lisa? -
- ¿Qué pasa? - Se refregó el puño contra sus ojos.
- Eres... eres hermosa, eres hermosa cuando despiertas - Jennie dejó caer su peso en su codo izquierdo y su cuerpo quedó de costado observando como Lisa se sonrojaba y la sábana blanca la utilizaba para cubrir su rostro solo lográndose ver sus grandes ojos expresivos. - No hagas eso - Soltó una risita. - Quiero verte toda -
- ¿Toda? - Preguntó asustada y apenada. Si pensaba en lo de anoche, no lograría recordar qué es lo qué la había poseído para haberle hecho el amor de esa manera a la castaña.
- Toda - Quitó la sabana de su rostro con cuidado y se acercó para besar su mejilla, Lisa seguía sonrosada como si fuera una cualquier chica inocente que no hizo nada anoche, y eso Jennie no lo entendía. Pero le encantaba.
- ¿Me abrazas? - Se sintió torpe cuando en Jennie apareció una sonrisa. Y negó por tomar aquella actitud de niña cursi que necesitaba que la abrazaran.
- No, no... sí, quiero abrazarte - En el momento que la vio moverse incómoda interfirió. - Te quiero, Lisa. Te quiero mucho - Abrazó su cintura dejando un beso en la piel blanca y suave de Lisa, sintió como su pulso se aceleraba, no quería más que causarle un poco de nerviosismo. Sonrió.
- Yo igual, yo igual te quiero mucho, Jen.... - No le gustaba estar sintiendo a la castaña besar su espalda o estar tocando su abdomen por sobre la sábana, solo la hacía excitarse con un simple toque. - No quiero que te vayas - Cerró los ojos fuertemente cuando Jennie detuvo sus movimientos. - ¿Por favor? - Pidió en un hilo de voz.
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Caímos en la tentación // Jenlisa ¡GP!
FanfictionAunque estés con él siempre serás mía, porque llevas mi nombre tatuado en tu piel y en el corazón, porque él no sabrá tocarte como yo lo hacía, porque él no te amara como yo, y si no eres mía.... entonces tampoco lo serás de nadie más. Jennie jamás...