Caímos en la tentación // Jenlisa ¡GP!

En la cocina

- Hola.... mmm -

- ¿Estás bien? - Le preguntó preocupado.

- Sí, ¿está... está Jennie? - Lisa quería estrangular al idiota que tenía enfrente cuando volteaba a mirar su short que traía puesto.

- Oh, sí. Pero Jennie no se siente muy bien, ¿tú sabes lo qué le pasa? - Sehun se acercó a ella como si se tratase de un secreto. - Se la ha pasado llorando -

- ¿Llorando? ¿Ella? ¿Por qué? - De solo imaginarse a la castaña de esa manera le rompía el corazón más de lo que ya estaba por su culpa.

- Bueno, quizá puedas decirle tú... - Abrió la puerta para qué pasará. - Qué la amo, y que la estoy esperando -

- Qué la amas, claro - Lisa apretó los dientes con fuerza.

- Ven, pueda ser que quiera hablar contigo, te diré donde duerme - Sehun comenzó a caminar, pero la voz de Lisa diciéndole que ya sabía donde era, lo hizo pensar solo un poco. - Esta bien, yo las espero -

Lisa caminó enfurecida con solo tener que ver al novio de la castaña.

Cuando abrió la puerta de la habitación, se regañó y volvió a cerrarla inmediatamente al ver como la castaña la observó extrañada. No había llamado a la puerta, y se regañó por ello.

Pero su nerviosismo le duró poco cuando Jennie abrió la puerta y la observó confundida.

- ¿Qué pasa? -

- Bueno.... yo venía.... yo solo venía a decirte que.... ¿has estado llorando? - Lisa sintió un dolor en el pecho al ver los ojos de la castaña aún más pequeños de lo que ya estaban.

- No importa eso, dime qué pasó - Se cruzó de brazos. Y cuando bajó su vista sus mejillas se llenaron de aire intentando contener la risa.

- No, no te rías - Para Lisa no era gracioso.

- Ay, perdón, Lili - Rió divertida, aunque a Lisa realmente no le importó que se estuviera riendo de ella con tal de haberle sacado una sonrisa. - Es que... es que eres tan tierna - Sin ser consciente se abalanzó hacia ella y la abrazó.

Lisa un tanto aturdida, la abrazó, cerrando los ojos al volver estar cerca de ella, pero olvidaba a lo que venía, y era lo más importante.

- Tienes que venir, tienes que venir rápido - Presionó Lisa.

- Espera - Soltó una risita. - Pero es que.... ¿por qué traes puesto un short encima del pantalón? - A Jennie le daba más risa la cara que hacía la nerviosa Lisa. - ¿Por qué? - Le sonrío.

- Por.... eso no importa - Agradecía que el short no fuera pegado, o sino su erección se vería. Y era más importante esconderla para ella. - Tienes que ir a casa rápido -

- ¿A tu casa? - Lisa asintió enseguida. - ¿Ya quieres hablar? ¿A esta hora? - La castaña miró hacia todos lados comprobando que nadie la escuchara.

- No - Lisa estaba desesperada.

- Ah - Sintió decepción al verla tan apurada como si fuese más importante otra cosa que ella. - ¿Entonces qué es? - Sintió irritación.

- Ven.... -

La castaña sonrió cuando Lisa agarró su mano con fuerza para llevarla hasta su casa, y después también sonrió por otros motivos, su short.
Todo parecía estar bien cuando estaba con ella, pero cuando ella se alejaba y la rechazaba, su corazón dolía.

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- ¡Por Dios, Rosé! - Le reprochó dando un pisotón contra el suelo.