¿Entonces qué?

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- Al menos déjame verla -

- No, bueno no sé si ella quiera, tengo que preguntarle - Encogió los hombros.

- Pero también es tu hija, tú debes de decidir - Rodeó los ojos su madre. - No le des más alas a la tal Jennie esa -

- Pero Jennie..... ella es quien debe decidir - Sentenció. - A mí ni siquiera me deja llevarla a casa, y eso que han pasado muchos días después de que le pedí perdón - Suspiró.

- Pues tú eres la tonta - Bebió con lentitud su vino tinto. - Cierto. Lisa, debes hablar con Sana, pero ya - Trataba de hablar con seriedad.

- ¿Por qué? No - Respondió Lisa. - Yo deje de estar con ella desde hace semanas ya - Le recordó molesta.

- Pues quizá sea algo grave, más de lo que crees, es importante - La miró cansada.

- Me tengo que ir - Se levantó de su asiento, fue lo único que dijo, y se detuvo un poco cuando escuchó la voz de su madre.

- Al menos no salió igual de rara que tú - Comentó Emma.

- Deja de decir eso - Frunció el ceño. - Ella es normal, y aunque no lo fuera yo la amaría mucho, como ya.... ya lo hago -

- Pues como sea, pero al fin.... - Sonrió, y Lisa juró que era la primera vez que la veía sonreír así, y esta vez, Emma no mentía. - Tengo una nieta, aunque es parte de los Kim, pero no importa, porque también es mi nieta y salió normal, no como tú - Volvió a sonreír. - Así que tienes que dejarme verla, solo espero no vuelvas con Jennie, entiende, ella solo te miente y te engaña. Es mejor que te resignes y solo te quedes con tu hija -

- Te dije que me voy, adiós - Caminó decidida a seguir su camino.

~.~.~.~.~.~.~.~.~.~

- ¿Crees que ella quiera? Yo solo quisiera tal vez.... mmm.... que fuéramos como una familia. Quiero salir contigo, y que conozcas mi casa. Yo ahí vivo - Le sonrió Lisa. - Y..... y papá me dijo que cosas podría comprar para ti, yo te compré muchas cosas, e hice una recámara para ti sola, ahí podrás jugar cuando quieras ir a mi casa. Pero, ¿Crees que tú mamá quiera? - No recibió contestación, estaba claro, pero sí recibía su atención. - Yo te amo mucho - Sonrió.

- ¿Lisa? - En realidad la castaña había escuchado todo, disimuló con un carraspeo, y Lisa creyó qué acababa de llegar. - ¿Qué haces? - Quiso sonreírle, pero se aguantó las ganas, cuando ésta comenzó a moverse incómoda en la cama. - ¿Qué haces con Kylie? - Se acercó a su cama y acarició el cabello castaño de su hija.

- Nada, nada, nada, nada, te lo juro. No le hago nada, te lo juro, la estoy invitando a mi casa, pero ella no me contesta, pero nada, nada, te lo juro que nada porque..... -

- Lisa, está bien - La interrumpió. - Te creo, era broma - Rió un poco. - ¿Así que quieres llevártela? - Lisa asintió segura. - ¿Ahora? - Ésta volvió hacer lo mismo. - ¿Y qué tal si más bien quieres alejarla de mí y escaparte? -

- No podría hacer eso, eres su mamá - Le dijo con cariño.

Lisa había tratado de al menos ver su interese ante la castaña, pues todos los días visitaba a su hija por horas, Jennie le había enseñado hacer algunas cosas, pues Lisa temía hasta que Kylie se le pudiera "caer" de sus brazos, era una madre temerosa, pero simplemente no sabía cómo hacerlo, y necesitaba de una castaña. Quien estos días no podía estar más confundida con Lisa, adoraba verla en su cama recostada hablando con su hija sin dejarla de ver, pues para ella era una bebé muy hermosa que se parecía a su madre Jennie, y agradecía que cuando tocaba su pelo castaño o miraba sus facciones le recordarán a la castaña, pues era un acto de amor que había creado con ésta, o al menos en algún pasado, cuando se amaban, aunque todavía lo hacían, pero de diferente manera.

Caímos en la tentación // Jenlisa ¡GP!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora