¿Jennie? ¿Lisa?

3.3K 304 3
                                    

- Ah - Suspiró Lisa una vez que salió del baño, sin ninguna erección la cual doliese.

Pero después pensó en Jennie, se llevó las manos y soltó un gritillo de impotencia. Mierda, mierda. Soy una idiota. Se regañaba. Hace unos minutos la castaña se había ido, y para Lisa sentía que aún su aroma seguía impregnado en su cuerpo cuando la abrazó, la impaciencia de querer que saliera de su casa con tal de que no viera su monstruosa erección hizo que se alejara de ella de la manera menos educada que tenía planeada.

Por eso, decidió tomar las llaves de su casa y salir hacia la suya. La última vez que estaba ahí la había escuchado gemir y eso no le agradaba, claro que le agradaba en el sentido del sonido, pero no quería que alguien los provocara.

Tocó el timbre y enseguida se apareció la persona que necesitaba ver, en un movimiento rápido dio un paso para que la puerta no la cerrase y quedara atrapada en su pie.
Porque sí, Jennie no tenía planeado verla, y le iba a cerrar la puerta en aquel bello rostro.

- Perdón - Sonó como quejido. Lisa caminó rápido esta vez sin pedir permiso para entrar, y una vez cerca del rostro de Jennie se dio cuenta de que ésta tenía rastros de lágrimas. - ¿Por qué estuviste llorando? - Llevó una mano a su mejilla y su corazón revoloteó cuando la castaña cerró los ojos entregándose a su tacto. Y lamentablemente también viendo cómo una lágrima salía de su ojo quedándose atrapada en la mano de Lisa.

- Lisa, yo.... - Frunció los labios sin saber realmente qué decir. Se abalanzó sobre ella y la abrazó fuerte, se sintió tranquila cuando sus fuertes brazos la abrazaron. - Me siento sola, ¿puedes quedarte, por favor? - Se lo pedía con la mirada.

Lisa sintió ese sentimiento de miedo al no saber qué era lo que sentía cuando la veía llorar, y aquel momento en el que supuestamente rechazaría a Jennie de la manera más educada que se podía, no pudo.

~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.

- Eres muy bonita - Acarició su rostro mientras la veía respirar tranquila.

No sabía que hacía en una cama que no era suya. No sabía que hacía en una cama donde dormían dos personas, que para su malestar era el novio de Jennie y ella. Con la castaña no importaba, le gustaba el olor que desprendía las almohadas, pero saber que la compartía con alguien más le causaba hasta náuseas. Pero con tal de no verla llorar, era capaz de cualquier cosa, amaba verla dormir aunque no la haya visto muchas veces, amaba su piel suave al acariciarla, y no podía evitar voltear a ver esos labios que hace unas horas había besado.
Era arte besarla, arte era verla siempre, porque creía que estaba viendo una escultura creada por los mismos dioses.

Volvió a mover su mano hacia el pómulo de la castaña y sonrió.
Era la primera vez que se encontraba con una mujer en esta situación. Había estado en muchas camas, sí, pero nunca en una donde estuviera acariciando el rostro de una y admirando su belleza.

- Lisa... - Se movió incómoda en la cama. Cuando cambió de posición en la cama abrió los ojos despertándose de su sueño y miró al techo.

Después lentamente se giró para poder ver a Lisa y sonrió enormemente, haciendo que ésta se contagiara.

- ¿Por qué sonríes, Jen? -

- Porque eres muy linda, demasiado - Confesó, pero después recordó algo y comenzó a ponerse seria. - Yo... lo siento si te moleste, te traje hasta mi recámara - Se coloró pero desvió la mirada hacia la ventana. - No me gusta estar sola. Y yo la verdad he estado evitando las llamadas de papá porque quiere que vaya a verlo, pero no quiero, tengo miedo, miedo ni siquiera sé de qué, pero no quiero verlo - Cuando regresó su mirada a donde en verdad le interesaba su ritmo cardiaco se pudo tranquilizar con tan solo ver sus grandes ojos observarla con entendimiento. - Siento que con tal solo mirarte mi pupila se hace grande como cuando algo me gusta - Susurró, siendo escuchada por Lisa quien se sonrojó y sonrió un poco.

Caímos en la tentación // Jenlisa ¡GP!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora