La inseguridad

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- Entonces estás enamorada de esa chica ¿verdad? - Sonrió ante su sonrojes.

- Tienes.... tu casa es muy bonita - Asintió Lisa segura.

- Lisa, eso no te pregunté - Rió Nayeon un poco.

- Bueno sí, bueno no.... pero no le digas a nadie - Observó todos sus alrededores para ver si no había algún intruso. - Yo no.... debí decir que me gustaban las chicas - Se sonrojó. 

- No importa, tu secreto está a salvo - Le guiñó un ojo que hizo sonreír a Lisa, pero nerviosa. - No lo sabrá nadie -

- ¿No crees que soy muy tonta? - Se llevó la mano a la nuca. - No debería de.... no te lo tomes a mal, pero yo te acabo de conocer... no debería contarte toda mi vida -

- No lo eres, yo lo hubiera hecho para sentirme mejor al contárselo a alguien - No la conocía del todo, pero estaba segura que Lisa era una gran chica, y muy linda.

- Sí - Sonrió Lisa. - Me siento mejor, es.... es bueno conocerte -

- Igual, Lisa - Sonrió Nayeon. - ¿Tienes mucho tiempo viviendo aquí? -

- Algunos meses, yo... he pensado en mudarme, después de todo ya estoy completamente sola - Se movió nerviosa.

- Nunca te había visto. Pero eres agradable, ojalá no te mudes de casa. Yo igual estoy sola, solo que aveces mis amigas me hacen compañía - Levantó los hombros.

- Gracias por escucharme - Y Lisa en verdad lo agradecía, había contado demasiadas cosas, en realidad casi todo a una desconocida que lo único que hacía era verla con comprensión, claro está que no todo sabía, pues había algunas cosas que debía callarse.

- No tienes que agradecer, Lisa. Me gustaría que nos volviéramos a ver otro día - Confesó sus intenciones.

- Sí - Asintió emocionada. - Me gustará..... me gustaría salir, hace muchas semanas que lo único que hago es trabajar y mantenerme muy ocupada - Eran tiempos difíciles para Lisa. - No quiero pensar tanto en..... en.... -

- ¿Como se llama ella? - Su curiosidad le ganó. Y vio a Lisa remover la cuchara nerviosa en el café que ella misma había preparado. - Si no quieres contestar esta bien -

- No, sí.... sí está bien - Tragó saliva fuerte. - Bueno..... ella se llama Jennie Kim - Cuantas ganas tenía de llamarla por su nombre, pero a ella, no contarlo como ahora lo hacía con otra persona.

- Ah - Nayeon pareció sorprenderse un poco. - Es Kim, ella.... es Kim - Se quedó pensando. - Te has enamorado de alguien famosa - Quiso bromear pero cuando vio el rostro cabizbajo de Lisa, inmediatamente corrigió. - Perdona, era broma -

- Está bien - No le tomó importancia. - Algún día la superare... o eso creo - O eso intentaba hacer todos los días sin lograr ni un poco. - Yo la verdad nunca.... yo no he amado a alguien así como.... bueno como yo siento amarla, y en serio que es mucho mi desesperación por tenerla que iría a rogarle que no se casara, que no se casara por mí - Y se estaba sincerando, ya que, muchas veces antes de dormir miraba su ventana y retenía las ganas de ir corriendo hacia ella para pedirle que no lo hiciera por ella, para después hacerle el amor. - Pero sé que no lo hará, ella lo quiere - Finalizó.

- Lis, yo sé que has escuchado mucho lo mismo en todas partes, yo me he enamorado, no muchas veces, pero lo he hecho, y siempre terminan diciéndote que "es lo mejor" "por algo se hicieron las cosas" pero no, si tú sientes que así no es, no tienes por qué verlo así solo porque la gente lo dice y te recuerda que es para que dejes de sufrir. Ve lo de la manera que tú quieras, Lis. Yo te recomiendo que si crees que ella es para ti, al menos lo intentes, inténtalo, aunque sí, eso no quita que posiblemente no todo sea positivo y quizá termines más... más dañada. Porque tú debes de saberlo, si tú te sientes bien al lado de Jennie, y te sentías querida posiblemente sea buena idea de volver a charla con ella aunque sea un poco - Aconsejó Nayeon.

Caímos en la tentación // Jenlisa ¡GP!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora