La madre de Jimin decide reiniciar su vida luego de que su expareja se casara nuevamente y formara su propia familia. Conoce a un alfa que promete ser lo que ella siempre quiso, con otro hijo incluido y un cambio de ciudad.
Ella espera que ese cambi...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jimin fue el primero en despertar, sonrió al estar entre los brazos del alfa, y al tener su suéter puesto, mientras este, llevaba puesta solamente su pijama. Literalmente parecían estar en un nido, pues sus prendas estaban al rededor, todo estaba calentito, y el aroma de ambos llenaba el lugar, haciendo que el omega sintiera a su lobo tranquilo, y su pecho tibiecito.
Se abrazó aún más al mayor, y rió bajito al oírlo quejarse. Eso despertó al castaño, con una sonrisa.
— Buenos días, Minnie. — saludó, abrazando con un poco de más fuerza al rubio — Oh, te quedaste dormido sólo con mi suéter. — comentó, luego de acariciar la pierna que estaba aferrada a su cintura, y percatarse que estaba desnuda.
— Si, pero no me dió frío. — murmuró el menor, con una sonrisa.
Yoongi le devolvió la sonrisa.
— Yo tampoco siento frío... Probablemente esta tienda sea algo así como térmica, y se encargue de imitar y mantener dentro el calor corporal. — supuso.
— ¿Qué horas serán? — preguntó Jimin, viendo como la luz era muy brillante afuera.
El castaño revisó su celular y se sorprendió al ver cuanto habían dormido.
— Ya son las nueve y media. — bostezó — Deberíamos ir a los baños a lavarnos la cara, y preparar el desayuno. Te puede doler la pancita por no comer a la hora. — dijo puyando juguetonamente el estómago del omega con su dedo, haciéndolo reír.
Con un poco de renuencia, se separaron del enredado abrazo, y se sentaron con pereza.
Jimin enrojeció al sentir su parte baja doler un poco, y recordó algo importante.
El alfa sintió también su rostro caliente, al recordar como había hecho el omega suyo, la noche anterior.
— Uh... No, no realmente. — rascó su nuca avergonzado — No traía conmigo, pues porque...
— E-Entiendo. — rió el rubio — Yo igual, dejé de tomar pastillas hace mucho... Así que creo que deberíamos pasar por una farmacia, por la del día después. — sugirió.
El alfa asintió, y pensó en que tal vez también debería comprar condones por si acaso, y para que el omega no tuviera que tomar pastillas a cada momento.
— Vamos. — dijo el pálido poniéndose de rodillas y estirándose — Vamos a lavarnos la carita.
Jimin asintió e imitó las acciones del mayor, viéndose demasiado tierno, en opinión de este. Aunque rápidamente la ternura fue reemplazada por su instinto de alfa, que gruño al ver la poca ropa que llevaba puesta el omega, haciéndolo muy propenso a pescar un resfriado.