La madre de Jimin decide reiniciar su vida luego de que su expareja se casara nuevamente y formara su propia familia. Conoce a un alfa que promete ser lo que ella siempre quiso, con otro hijo incluido y un cambio de ciudad.
Ella espera que ese cambi...
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Jimin caminaba en dirección a la clínica de siempre, en donde tenía sus citas con Sulli en las fechas premeditadas. Iba oyendo música, como siempre, a través de sus audífonos, e iba tarareando en voz baja las canciones. Era una muy buena forma de matar el tiempo.
Ese día se había despertado sintiéndose bonito, así que se vistió y arregló para sentirse aún más bonito.
Se puso unos jeans, con una camiseta blanca con escote en V, un suéter azul afelpado, y unos tenis también blancos; se había puesto también un cubrebocas, porque no quería que lo reconocieran. Llevaba un bolso también blanco colgado en un brazo, y con el otro cargaba a su adorado Mochi.
Suspiró aliviado en cuanto se adentró al lugar; ni siquiera fue a recepción, se dirigió de una vez al consultorio de su amiga y psicóloga... Aún no estaba seguro si era políticamente correcto considerar a su psicóloga su amiga, pero mientras ella no le regañara ó negara su amistad, para él seguirían siéndolo.
Tocó tres veces la puerta, como solía hacerlo cada vez que iba, y una sonrisa se posó en su rostro en cuanto divisó a la hada psicóloga de cabellos rosas y piel de porcelana.
— Hola, noona~ — saludó con aegyo.
— Hola, MiMi~ — saludó de igual forma la fémina, apretando entre sus manos los rechonchos mofletes.
Jimin rió y se adentró al consultorio siguiendo a la pelirosa. Se sentaron en la cómoda alfombra en medio de los peluches, como de costumbre, y se sonrieron divertidos antes de empezar a hablar.
— Te ves feliz, Minnie. — señaló con una sonrisa la mayor — ¿Estás feliz?
El rubio asintió con su cabeza y un sonidito de garganta.
— Yoonie hyung me pidió oficialmente que fuera su novio. — explicó con una sonrisa avergonzada y enamorada a partes iguales.
Sulli sonrió junto al menor y se alegró genuinamente de que este fuera feliz.
— ¡Eso es una estupenda noticia, MiMi! ¡Felicidades! No sabes como me alegro. Te mereces ser la persona más feliz del mundo~ — exclamó con entusiasmo — ¿Y qué más ha sucedido en estos días libres?
— Uhm... No mucho, sólo he descansado, he hecho tareas, he cocinado, he pasado tiempo con Yoongi hyung, y con mamá y papá. — narró contando con sus deditos.
— ¿Y eso te ha hecho feliz?
— Mucho. — sonrió — También he salido varias veces, con Yoonie, mis amigos ó solo... Y ya no me siento como si me faltara el aire al estar rodeado de personas... Ya no me siento tan incómodo e inseguro. — explicó abrazándose a su pollito.
La pelirosa sonrió aún más. No sabía que podía sonreír tanto.
— Dime, Jiminnie, ¿has tenido días malos recientemente? — preguntó cambiando su tono de voz, a uno más suave.
