STEPSIBLINGS; Hermanastros

FALSO Ó VERDADERO

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Jimin desayunaba de forma tranquila, cereal con leche, bananas y miel, e incluso tenía un sándwich para después, mientras veía un poco de caricaturas en la televisión. Eran las ocho treinta de la mañana, y se había despertado a las ocho gracias a su alarma. Su madre le había explicado que debía de comer a las horas correctas, para poder tomar su medicina a las horas correctos, y que por eso no debía de levantarse tarde. Y como se había dormido temprano, no le había costado demasiado despertarse, aunque no quisiera.

Había tratado de hacer las cosas que su psicóloga le había dicho; había empezado a sentirse mal a la hora de la cena el día anterior, –suponía que era porque Yoongi se había sentado a su lado– así que le había preguntado a sus padres si le permitían dormir con ellos. Por suerte estos aceptaron casi inmediatamente, y eso, más un baño caliente antes de acostarse, le había ayudado a sentirse más tranquilo, dormir de forma pacífica, y despertar de la misma forma.

Su papá le había hecho un horario muy bonito con los horarios de sus pastillas y lo había pegado en refri, así que cuando terminó de comer, simplemente siguió las instrucciones que le había dejado escritas el mayor. Luego se había dedicado a ordenar y a limpiar, cuando terminó se bañó, y por último se puso a preparar el almuerzo para él, y le dejaría también al alfa castaño para que este pudiera comer cuando llegara del colegio. Estaba bastante ensimismado en su tarea, que ni siquiera se dió cuenta de le que la puerta de la casa fue abierta, sólo hasta que un demasiado conocido aroma lo embargó, fue que se percató de ello.

Maldijo por lo bajo, sintió su respiración fallar y trató de disimular, el problema fue que de los nervios sus manos empezaron a temblar de manera obvia, haciéndo que se le cayera al suelo, la cuchara que estaba ocupando.

Estaba a punto de agacharse para recojerla, pero el alfa fue más rápido, la levantó y se la extendió con una sonrisa. Jimin se la devolvió de forma débil, y tomó el utensilio, tratando de seguir con lo que había estado haciendo.

— Yo... ¿Estás bien? — le preguntó el mayor.

Jimin se relamió lo labios antes de responder.

— ¿Qué haces ya en casa? Apenas van a ser las doce. — apuntó en tono monótono — Deberías de ir a quitarte el uniforme... La comida ya casi está lista.

— Uh... Estámos saliendo temprano desde ayer... Le dije a papá, pero creo que no te avisó. — dijo dudoso.

— No. No lo hizo.

— Si, es que sólo estámos repasando para los exámenes finales... Tu amigo Soobin me dió las guías que debes hacer, para que cuenten como tu nota final. — informó — Y me dijo que te dijera que iba a venir a verte mañana, si podía.

— Gracias. — respondió simple el menor, sin despegar sus ojos de lo que cocinaba.

— Iré a cambiarme para que comamos.

— Bien.

Jimin sintió que pudo respirar tranquilo, en cuanto el alfa se fue. Sabía que debía perdonarlo para poder seguir adelante, pero era demasiado difícil, teniendo en cuenta que el mayor ni siquiera se hubiera disculpado.

De forma lenta sirvió dos platos de sopa, y los puso en extremos diferentes en la mesa, procurando que con el alfa estuvieran lo más lejos posible. Sacó el jugo de naranja que había hecho de la refri, y lo puso en el centro de la mesa. Luego puso los cubiertos al lado de cada plato, para al final intentar bajar los vasos de la parte alta del mueble. Estaba de puntas y con su brazo totalmente estirado, tratando de alcanzar los objetos, pero le era simplemente imposible. Estaba pensando en tomar una silla y pararse sobre ella, cuando sintió una mano posarse en su cintura, asustándolo.