STEPSIBLINGS; Hermanastros

𝒂𝒎𝒐𝒓, 𝒎𝒊𝒎𝒐𝒔, 𝒚 𝒂𝒎𝒐𝒓

Luego de haber obtenido su preciada marca, el lobo de Jimin y el propio Jimin se habían calmado considerablemente, su celo había vuelto a ser el de siempre, simplemente deseoso de mimos, mimos y más mimos. Mimos que su alfa no dudó en darle, ambos bajo las mantas, y embriagados con la mezcla de sus aromas en el bonito y acogedor nido que el menor había hecho. Era simplemente el paraíso.

Se observaban entre sí con sonrisas felices, enamoradas y hasta un poco tímidas. El aroma a felicidad inundaba el ambiente.

— Me gusta tu sonrisa. — confesó el menor, por quién sabe cuánta vez, mientras mordía su labio inferior, y acariciaba la mejilla del pálido — Es demasiado linda~ — murmuró con aegyo.

El alfa sonrió aún más, y tomó con fuerza y posesividad la pequeña cintura del menor.

— A mí me gustas todo tú, amor. — susurró sobre sus labios, para luego besarlo de forma profunda.

Cuando se separaron, pequeñas risitas salieron de sus labios, y el sonrojo yacía presente en ambos rostros. Parecían un par de adolescentes enamorados, en su primera relación; y aunque claramente ese no era el caso, así era como se sentían, debido a la intensidad de sus emociones y sentimientos. Era casi abrumador sentir tanto amor, y sentir la manera en la que eran amados.

— ¿Entonces no volverás a los departamentos de la agencia? — preguntó el castaño, mientras acariciaba el rostro, y el cuello del omega, teniendo especial cuidado con la prácticamente recién hecha marca.

— Uh uh, — negó — Me quedaré en casa, siendo feliz y mimado por mamá y papá, y obviamente por tí. — sonrió.

Yoongi también sonrió.

— Eso suena maravilloso... Llenarte de mimos y hacerte feliz, eso algo que definitivamente quiero hacer. Toda mi vida. — admitió suave.

Se vieron con infinito cariño, y se besaron nuevamente con suavidad, y dándose mutuas caricias, hasta que el aire fué necesario para ambos.

— ¿Sabes? — murmuró el menor viendo por la ventana y como las cortinas de esta se mecían de forma pacífica por la suave brisa de primavera — Aún cuando no nos hablabamos y prácticamente ni nos veíamos, mi lobo se sintió más tanquilo, cada que estaba tu aroma cerca... Pero bueno, ¿cuándo nos vamos a casar? — preguntó cambiando de tema repentinamente, haciendo que su novio nuevamente tuviera un pequeño ataque de tos debido a la sorpresa.

Dió una pequeña risita, mientras esperaba a que el alfa se tranquilizara. Cuando lo logró, suspiró antes de responder.

— ¿A qué viene esa pregunta, amor? — preguntó con suavidad y acariciando el niveo rostro.

Jimin cerró sus ojitos al contacto, y suspiró también, mientras meditaba su respuesta.

— Realmente no lo sé... Sólo siento la necesidad de estar a tu lado todo el tiempo, y se supone que las bodas son para eso... Para presentarse ante todos con tu pareja que será tu ayuda idónea para toda la vida... ¡Me quiero casar contigo lo más pronto posible! — exclamó emocionado.

Tierno.

Fue lo único que Yoongi pudo pensar al ver como el menor abría mucho sus ojitos, tenía un puchero en sus labios y gesticulaba con sus pequeñas manos.

— Pero, amor... — murmuró sin saber muy bien como abordar la situación — Yo... No me mal entiendas, por supuesto que quiero casarme contigo, pero... Aún sigo estudiando, no podría hacerte la ceremonia que te mereces, y tampoco podría mantener un hogar...

— Yoonie, — le cortó el rubio con fingido tono serio — Creí que ya había quedado claro que yo nos mantendría por ahora, y cuando tú ya seas un doctor muy reconocido y famoso, y yo ya no pueda vivir de mi carita, nos mantendrás a ambos. — resolvió con una sonrisa.

Yoongi no pudo evitar reír por la tierna resolución, y nuevamente inclinarse y besar a su precioso precioso precioso omega.

— De igual forma, no creo que-

— Puedes pedirmelo al atardecer, similar a cuando me pediste que fueramos novios. — interrumpió nuevamente sin prestar demasiada atención a las objeciones e intentos de razonar de su alfa — Aunque creo que no necesariamente tiene que ser un lugar alto, puede ser en un parque normal también... Me gusta el oro blanco, no el amarillo... ¡Es más! ¡Puedo comprar yo los anillos, los dejo en tu auto, y fingimos que no se nada!

El castaño no sabía si reír, o simplemente decir que si a todo lo que el menor le estaba diciendo. Al parecer no desistiría de su idea tan fácilmente, si prácticamente ya estaba planeando todo.

— Está bien, bebé. — murmuró con una risita, para luego besar con cariño la frente del rubio, haciéndolo ruborizar — Nos casaremos, y te daré muchos mimos todos los días, en pago de los gastos, mientras pueda ejercer como doctor oficialmente, ¿okay? — habló con ternura.

El omega asintió con una sonrisita, sintiéndose bastante satisfecho de que su alfa tampoco le pudiera negar nada.

— Eso suena perfecto, YoonYoon~ — exclamó, hizo un pausa y continuó — Pero ahora tengo hambre... ¿Podemos pedir una pizza? — pidió haciéndole ojitos al mayor.

— Lo que tú quieras, precioso. — susurró el mayor, para luego inclinarse sobre él, y besarlo con ganas.

Se separaron hasta que la pancita del menor sonó, anunciando que en verdad, tenía mucha hambre.

🖇

Jimin y Yoongi iban el auto de este último, de camino a la casa de sus padres; el menor había puesto música en la radio, e iba cantando con suavidad, mientras veía por la ventana, ignorando monumentalmente los nervios del mayor. No porque no supiera como se sentía, por supuesto que si lo sabía, sino, porque no le encontraba sentido a los nervios de este.

Es decir, sus padres ya sabían que ellos eran destinados, y ahora estaban juntos, el que él llegara con una marca en su cuello, no quería decir que se molestarían.

O eso en opinión de él.

Porque en opinión del pálido era todo lo contrario. Su padre incluso le había advertido que no hicieran cosas, y aunque tal vez era un poco obvio que no se mantenían castos, el que el rubio llegara con una marca, era casi presumir de ello. Y no estaba seguro de cómo se lo tomaría su progenitor.

— Ya, alfa. No lo pienses demasiado. — murmuró acariciado la mano que estaba sobre su pierna de forma tranquilizadora — Estoy cien por ciento seguro que papá no te gritará o algo así. Sólo hacemos pucheros ¡y listo! ¡Se olvidarásn de todo! — rió abrazando con fuerza a Mochi en su brazo libre.

— ¿Y si no funciona? — le siguió la corriente el mayor, riendo un poco.

— Déjame ir a mí primero, y verás como si funciona. — asintió feliz el menor, sintiendo como su plan de tranquilizar a su novio funcionaba — Además llevamos la cena. La comida siempre es, y será, la mejor forma de chantaje.

se sonrieron entre sí, y continuaron el resto del recorrido entre conversaciones y besos casuales; literalmente olvidando, cualquier posible preocupación de sus mentes.

Se que dije que iba a ser más largo, y que iba a actualizar ayer, pero es que en serio estoy teniendo bloqueos demasiado mucho bastante. 🥺😭☹️