AÚN NO

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Los Min-Park, junto a Kim, comían en la sala, mientras veían una película. La señora Park estaba sentada junto a Dong-Wook, mientras que Jimin estaba junto a su mejor amigo; el menor de los Min, todavía no había llegado a la casa, haciéndo enojar un poco a su padre, que le había dicho que debía de llegar a las nueve, pero ya eran las nueve treinta y él no daba señales de aparecer.

Todos habían terminado ya de comer, In-Na luchaba por no dormirse, Taehyung tenía abrazado con un brazo a Jimin, y Dong-Wook estaba a punto de ponerse de pie para llamar a alguno de los nuevos amigos de su hijo, cuando todos oyeron como la puerta sonaba que la contraseña había sido ingresada, y luego era abierta. El alfa mayor se puso de pie, y se giró hacía el pasillo, por donde venía su hijo, bastante relajado, y sin muestra de culpa.

— Min Yoongi, ven acá. — habló en tono tranquilo.

El castaño suspiró, recordando lo que su padre le había dicho antes de irse.

— ¿Si, señor? — dijo cuando ya estuvo frente al mayor, tratando de sonar seguro.

— Dime, ¿qué horas son, Yoongi? — preguntó tratando de contener su enojo.

El alfa menor vió hacía todos lados, reparando en el reloj del caja del cable. Suspiró sabiendo que sería retado, y probablemente castigado.

— Las... Diez treinta. — murmuró.

— ¿Y a qué horas te dije que debías de estar aquí? — preguntó de nuevo.

— Uh... A las nueve. — respondió viendo el suelo — ¡Pero me fuí a las siete treinta! ¡Sólo estuve fuera tres horas! ¡En Busán me iba hasta ocho! — trató de excusarse.

Dong-Wook chasqueó los dientes.

— Si, y esa fue una de las razones por las que nos mudamos de improviso, ¿no recuerdas? — su tono de molestia era cada vez más fuerte.

— Pero...

— ¡Nada de peros! — gruñó el más alto — Primero, vienes y haces berrinche, gritando y asustando a Jimin. No aportas nada a la casa, ¿crees que no me doy cuenta que dejas que Jimin haga todo? ¡Y ahora te pasas por quién sabe donde mis órdenes! Dime, Yoongi, ¿qué rayos quieres.

In-Na se puso rápidamente de pie, y tomó la mano de su hijo, haciéndole señas también al amigo de este.

— Vamos, chicos. Debemos darles privacidad. — susurró la pelinaranja, guiándo a los menores al patio.

Estos la siguieron sin rechistar, pues el alfa estaba realmente enojado, tanto, que incluso daba un poco de miedo.

Salieron los tres al patio, y se sentaron sobre la grama, viendo la piscina, que reflejaba las luces de la casa y la de la luna. Se quedaron en silencio, hasta que vieron como Dong-Wook salió de la casa y se dirigió hacía donde estaban ellos, sentándose también en la grama.

— Lamento eso. — se disculpó rápidamente — Es que ya le había dado una órden a Yoongi, y tampoco anda celular para llamarlo y saber dónde está.

— No te preocupes. — dijo In-Na sobándole el brazo — ¿Te dijo dónde había estado?

— Dijo que en casa de una amiga. — suspiró — No muy lejos de aquí.

Taehyung y Jimin se volvieron a ver disimuladamente.

— Bueno, y ustedes dos, tortolos, ¿van a confirmar que son novios ya ó más tarde? — preguntó divertido el mayor.

STEPSIBLINGS; HermanastrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora