STEPSIBLINGS; Hermanastros

LOBOS

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Jimin suspiraba entrecortadamente, mientras sentía lágrimas rodar por sus mejillas, y se sumergía en la bañera llena con agua caliente. Sabía que debía de apestar a sexo y al aroma del alfa de ojos grises, así que pensó que bañarse sería lo mejor. Y un baño caliente, también le ayudaría a que su espalda baja no doliera demasiado por el buen polvo que había tenido con su futuro hermanastro.

Ni siquiera estaba seguro de porqué estaba llorando, pero no podía evitarlo. Se había sentido extremadamente bien cuando lo había hecho con el mayor, y se había convencido a sí mismo de que no iba involucrar sentimientos, pero al parecer el estúpido de su lobo, que sólo aparecía cuando se le daba la gana y menos lo necesitaba, había decidido otra cosa. Pues reaccionaba positivamente con el alfa, y había estado eufórico en el momento del coito, pero ahora que estaban separados, parecía estar haciéndo berrinche.

Mientras él, sólo quería cerrar los ojos, y con suerte, no volver a despertar nunca más.

Oyó como la puerta del baño fue tocada suavemente, para luego ser abierta, mostrando al alfa castaño que estaba invadiendo sus pensamientos. Jimin le sonrió un poco confundido, y Yoongi le correspondió la sonrisa, acercándose al menor que se veía jodidamente bonito y tierno, metido en la bañera con el agua cubriéndole hasta el cuello, y con cabellos húmedos y ojitos brillantes.

— ¿Qué sucede? — preguntó confundido, el omega.

— Nada... — respondió el castaño.

Ya estaba junto al menor, así que haciéndo lo que su lobo le pedía, se inclinó y lo besó de forma lenta y suave, deleitándose con el suspiro de este, y de como soltaba feromonas feliz.

— Ya pedí la cena. — informó el alfa luego de que se separaran.

— Oh... Bien... Saldré en un momento.

— Déjame te ayudo.

Yoongi tomó la bata del omega del gancho en el que la había colgado, y le extendió la mano a este, para ayudarlo a salir. Por su parte, Jimin estaba que temblaba de nervios; no porque su hyung lo viera desnudo, por supuesto que no. Sino porque sus muñecas estaban descubiertas, y debido al agua caliente, el rojo de sus heridas debía de ser extremadamente fuerte, y también sus cicatrices debían de resaltar bastante.

— Tranquilo, pequeño. No es como si... — trató de tranquilizar el mayor, a ver la duda en los ojos del contrario.

Jimin suspiró, y tomó la mano del alfa, procurando en todo momento ocultar de su vista la parte lastimada de sus muñecas, y tratando de que este viera sólo su rostro, ó en cualquier caso su cuerpo. No hubo problema con lo segundo, el ojigris prácticamente lo estaba volviendo a follar con la mirada, y eso tranquilizó al menor.

El castaño ayudó al rubio a ponerse la bata, la amarró por él, y con una toalla más pequeña, se dedicó a secarle el cabello, con uno que otro beso de vez en cuando. El de ojos color miel se sentía mimado y querido; sabía que probablemente el mayor no sintiera ni un mínimo cariño por él, y que sólo lo trataba bien porque era su amante de turno, pero le gustaba ser tratado bonito, así que no desperdiciaría, ni despreciaría, el aparente interés y los cuidados del alfa.

Yoongi estaba a punto de hablar, pero el timbre de la casa sonó, interrumpiéndolo.

— Seguramente es la cena. — opinó Jimin.

— Seguramente... — afirmó con un suspiró el mayor.

Besó por última vez los rechonchos y rojitos labios, revolvió los rubios cabellos, y salió del baño, para bajar a la primera planta y recibir la comida.