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Jimin sentía como alguien le removía el brazo con un poco de brusquedad, seguramente era su madre tratando tratando de despertarlo. Pero él se sentía demasiado cansado, y que los ojos le pesaban, y aunque odiaba que su mamá hiciera eso, no podía ceder; había estado oyendo música y conteniendo sus ganas de llorar, mientras le enviaba textos a Taehyung y a Rosé, que parecían estar aún más enojados que él. Ya había perdido la cuenta de los insultos el pelinegro le había dicho a su madre y de los emojis llorando que le había enviado la pelinaranja cachetona. Él les había seguido la corriente, sobre todo a Rosé, pero sabía que nada de eso serviría para algo, no cambiaría absolutamente nada.
Sintió como dejaban de zarandearlo, y otra mano más grande que la de su progenitora, pero de alguna forma más suave, le acariciaba las mejillas y apartaba el cabello de su frente. Pensó en cuando fue la última vez que fue despertado de esa forma, y cayó en cuenta que probablemente cuando tenía siete años. Así que intrigado, aunque muy a gusto con el tacto, abrió sus ojitos lentamente buscando el dueño de la helada mano, encontrándose con el alfa de ojos grises, que lo veía con una sonrisita.
Jimin le devolvió la sonrisa.
— Tu mamá te estaba tratando de despertar, pero se desespera muy rápido. Papá y ella ya se bajaron, y fueron a pedir una mesa al restaurante, les dije que yo te despertaría y que luego los iríamos a buscar. — explicó el mayor de forma simple.
En ningún momento había apartado la mano del rostro del omega, aunque había dejado de moverla, sólo estaba allí, casí haciendo ruborizar al menor.
— Oh... Bien, supongo que deberíamos ir. — suspiró Jimin, tratando de no pensar demasiado en la fija mirada del alfa — Aunque lo que más quisiera es huir a algún lugar donde no esté In-Na. — sonrió de forma triste.
Yoongi vió lo vacíos que se veían los ojos del menor y se preocupó, pero tan rápido como esa mirada llegó, se fué, cambiando por una despreocupada y hasta divertida.
— Vamos. — indicó el rubio, al tiempo que ponía las cajas que llevaba en su regazo en el suelo del auto, y abría la puerta para luego salir.
Yoongi le imitó y se apresuró al lado del menor, que ya había avanzado.
— Me preguntó que harán con la escuela. — mencionó el pelinegro, cuando ya estuvo junto al más bajo.
— Por vida, eres enorme. ¿Cuánto mides? — preguntó el omega en cambio.
El alfa rió.
— Mido uno ochenta, pero espero crecer más. — admitió.
— ¿Juegas algo ó es genética? — preguntó de nuevo.
— Un poco de ambas, supongo. Creo que papá es bastante alto, aunque sólo sea seis centímetros más alto que yo, y también me gusta jugar básquet.
El alfa abrió la puerta del restaurante para que el menor entrara primero.
— Gracias... — murmuró avergonzado el omega — Y es genial que seas alto, porque es horrible ser pequeño. — admitió con una mueca — Y sobre lo de la escuela... Probablemente hasta ya hayan buscado una escuela en Seoul y ya tengan los papeles de intercambio. — respondió y se encogió de hombros.
Yoongi asintió, mientras buscaba a los mayores con la mirada, encontrándolos en una alejada mesa, a un lado de la ventana. Le tocó el hombro al más bajo y le indicó que los siguiera, ya que debido a la cantidad de gente, era probable que el rubio no pudiera ver a sus progenitores.
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STEPSIBLINGS; Hermanastros
FanfictionLa madre de Jimin decide reiniciar su vida luego de que su expareja se casara nuevamente y formara su propia familia. Conoce a un alfa que promete ser lo que ella siempre quiso, con otro hijo incluido y un cambio de ciudad. Ella espera que ese cambi...
