STEPSIBLINGS; Hermanastros

RESPIRA

Esta es una de las canciones más hermosas que he oído en mi vida, y fue escrita por el angelito de Jonghyun. 💛

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Luego de haber llorado varios minutos, apoyado en el mayor, Jimin poco a poco se fue calmando, hasta que suaves hipidos era lo único que salía de sus labios. Dong-Wook se separó levemente, y le apartó el cabello que se le había quedado pegado al rosto, y con la manga de su pijama, le secó las lágrimas y el sudor que había en este.

— Ven, vamos a sentarnos al balcón. — susurró el alfa.

Tomó por los hombros al menor, guiándolo hasta el lugar; abrió la puerta de cristal, y luego se sentaron ambos en unas pequeñas sillas que habían puesto allí. Por suerte para Jimin, el mayor no preguntó nada, hasta luego de un rato.

— ¿Te gusta más el té ó el chocolate caliente? — preguntó confundiendo al omega.

— Uh... ¿El chocolate? — respondió, oyendo su propia voz rasposa.

— Bien, bien... Iré a prepararte uno. — sonrió mientras se ponía de pie — No te vayas a ir a encerrar a tu cuarto, porque voy a tener que tumbar la puerta, eso asustará a los vecinos, llamarán a la policia, quedaremos fichados de problemáticos, y tú no quieres eso, ¿verdad? — terminó su discurso con las manos en la cadera.

Sin poder evitarlo, Jimin rió por el dramatismo del alfa.

— Tomaré eso como un no. — habló nuevamente el alfa, con tono divertido.

Se fue de forma rápida, y Jimin se quedó sentado viendo la luna; al parecer habría luna llena pronto, y eso quería decir que se podrían adelantar los celos de algunos alfas u omegas.

Suspiró cansado, preguntándose que horas eran; no tenía consigo su celular y el único reloj de la casa estaba en la sala. Bostezó un par veces, y estaba a punto de cerrar los ojos un momento, cuando Dong-Wook llegó con dos tazas humeantes de chocolate caliente y le extendió una. Cuando, la tomó, vió que traía malvaviscos de esos diminutos dentro, y se le hizo un gesto adorable y tierno. Sonrió sin ser conciente de ello, al contrario del alfa que lo notó claramente, y sonrió también por haber logrado su cometido.

— Gracias. — murmuró el menor.

— De nada, pequeño. — respondió tranquilo el mayor.

Se quedaron nuevamente en silencio, mientras se tomaban la dulce bebida, que a Jimin no sólo le calentó la pancita, sino también un poco el corazón.

— ¿Has dormido algo? — preguntó luego de un rato el alfa.

— No, me quedé haciéndo tareas. — respondió el omega, un poco nervioso por la pregunta.

— Entonces será mejor que te quedes durmiendo un poco en la mañana, y sólo vayas a la agencia en la tarde. — sugirió Dong-Wook.

— Pero... Mis tareas. — explicó con un puchero inconciente el rubio.

— Me las das, y se las daré Yoongi para que se las lleve. Que haga algo por la vida además de tragar y dormir, ese niño. — dijo en fingido tono indignado, que nuevamente le sacó una pequeña risita a Jimin.

— Está bien. — suspiró.

Se quedaron una vez más en silencio, lo que les permitió oír cuando la puerta de uno de los cuartos se abrió, y luego de un par de minutos, Jimin era abrazado por la espalda por su madre. Luego esta se sentó a su lado, abrazándolo de forma más cómoda, y besando su frente en el proceso, haciéndolo ruborizar.