extra: recompensa

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Yoongi esperaba por su padre en la sala de estar, mientras jugaba con la pequeña Sunny que estaba sentada a su lado. Su lindo novio ya se había ido a arreglar con Jisoo y Sulli, y no lo vería hasta la ceremonia a las cinco, pues tenía mucho que hacer - según él - para estar bonito.

Aunque Yoongi creía que su pareja podía llegar vistiendo un saco de papas y con la cara llena de barro, y seguiría siendo el omega más hermoso del planeta.

- Yoongi, dice tu padre que salgas. Quiere que caminen un rato, te espera afuera. - anunció In-Na mientras se sentaba a su lado, y tomaba en brazos a la pequeña Sunny, que aceptaba gustosa.

- ¡Yoon, papá habla! - repitió la menor con sus propias pequeñas y adorables palabras lo que su madre había dicho, enterneciendo a los mayores.

- ¿Uh? - preguntó confundido el pálido y distraído por su adorable hermanita que le sostenía un dedo con su pequeña mano.

- Afuera, Yoonie. - dijo con diversión la mayor - Está esperándote al lado de los autos.

El ojigris asintió torpe y se puso de pie, para salir en dirección a donde la omega le había indicado. Salió y sonrió al encontrarse con su progenitor que lo saludó con un abrazo que él correspondió con el mismo cariño.

- ¿Y bien? ¿Qué querías hablar? - preguntó.

- Ven, vamos a caminar. - dijo simple con una pequeña sonrisa de lado.

Empezó a caminar, siendo seguido inmediatamente y de cerca por su hijo, el cual se veía bastante confundido.

- Recuerdas cuando te pregunté qué querías de graduación, y tú dijiste que no querías nada. - mencionó divertido.

El alfa asintió con un sonido de garganta.

- Igual aún no me graduo.

- Después te pregunté qué querías de regalo de bodas, y me dijiste que nada, otra vez. - ignoró por completo el comentario de su hijo con una risita.

- Pero nos harán una cena. - apuntó sin entender el fin de todo eso - Y eso es suficiente para mí y Jiminnie. - aseguró con una sonrisa.

El alfa puso los ojos en blanco y sonrió, al tiempo que se detenía frente a una casa. La casa de al lado de la casa de Jungkook, para ser exactos, cinco casas más arriba que la de ellos.

- Bien, como ambos son mis hijos, y los dos se casan al mismo tiempo. - dijo divertido - A In-Na y a mí nos pareció un buen regalo, darles su propio hogar. - sonrió.

Señaló con su mano la casa frente a ellos, y Yoongi se quedó boquiabierto.

- ¿Qué?

El alfa sacó de su bolsa dos juegos de llaves, una con un llavero gris y la otra con un llavero amarillo pastel, y se las extendió el menor, el cual, las tomó dudoso.

- Esta es su casa. - habló nuevamente Dong-Wook - In-Na y yo estuvimos ahorrando un tiempo, y estuvo de acuerdo conmigo en que era un regalo perfecto para dos hijos tan maravillosos como ustedes. - sonrió.

Yoongi balbuceó sin saber que decir, así que simplemente abrazó al mayor con fuerza, siendo correspondido inmediatamente.

- Papá, esto...

- No digas que es demasiado, porque no lo es. - negó con su cabeza - Los amamos demasiado, y creemos que ya es su momento de ser felices. - sonrió nostálgico - De empezar a formar su propio hogar, y dentro de muuuchos años, forma una familia. - añadió haciendo reír a su hijo, por el énfasis en "muchos".

- Por la Luna... Papá. Gracias. - pudo decir al fin, aún anonadado.

- No hay nada que agradecer... ¿Quieres verla ya? ¿O hasta la noche la verás junto con Minnie? - preguntó - No te preocupes, ya tiene los muebles básicos, y está pintada de blanco al igual que de afuera, para que sea más fácil si quieren cambiar el color. - sonrió.

STEPSIBLINGS; HermanastrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora