La madre de Jimin decide reiniciar su vida luego de que su expareja se casara nuevamente y formara su propia familia. Conoce a un alfa que promete ser lo que ella siempre quiso, con otro hijo incluido y un cambio de ciudad.
Ella espera que ese cambi...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
A Jimin le gustaba mucho dormir, le gustaba demasiado; pero había descubierto, que le gustaba más, cuando lo hacía al lado del alfa de ojos grises. No sabía si eso era bueno ó malo, pero si sabía que el sentir los fuertes brazos del mayor rodeándolo y abrazándolo con fuerza, le hacían sentir calentito y seguro. Probablemente tuviera algo que ver su naturaleza de omega, ó probablemente no, y fuera solamente él, el que disfrutaba de estar con el mayor.
De todos modos no importaba demasiado. Era feliz y eso bastaba.
Ese día se había levantado a las nueve, para ir a ver a su amigo, Soobin, –y a Yeonjun que casi que vivía en la casa de este— se había vestido con un overol café claro, que en la bolsa del frente traía una margarita bordada, una camisa manga larga blanca por dentro, tenis blancos, y una boina café claro, del mismo tono que el overol. No se maquilló, sólo se echó brillo en los labios y se puso sus gafas.
Sus amigos le dijeron que se veía adorable.
No sabía si quería verse de tal modo, pero se sentía bien y cómodo; esperaba que su hyung pensara de forma similar a sus dos amigos, que parecían estar en un momento fanboy al verlo con esas ropas. No dejaban de apretarle sus cachetitos y decirle lo bonito que se veía.
Todos estaban muy relajados, hasta que Yeonjun le preguntó que si iría a algún lado para haberse puesto tan bonito, pues normalmente cuando los iba a ver, iba vestido de forma sencilla, con jeans y una camiseta ó suéter.
— Saldré con Yoongi hyung. — dijo de forma casual, y esperando que no lo tomaran a mal.
— ¿Con quién dices? — preguntó Yeonjun con tono incrédulo.
— Con... Yoon... Gi... Hyung. — dijo de forma extremadamente lenta, como si hablara con un niño pequeño, haciendo enojar y reír al alfa.
— ¡Yah! — resongó — ¡Hablo en serio!
Jimin rió junto a Soobin que parecía disfrutar aún más que él, de ver a un Yeonjun haciendo pucheros y con el ceño fruncido.
— Yo también hablo en serio. — respondió tranquilo el rubio, luego de un rato — Iré a la Universidad de hyung, y luego iremos a un lugar. — sonrió.
El omega ahora peliazul también sonrió; el rubio le había contado un poco de la nueva forma de ser del alfa de ojos grises, y de como este lo hacía sentir bien. Y mientras su amigo fuera feliz, él también sería feliz, por él. Porque si bien el alfa había sido un idiota, era probable que hubiera cambiado para bien, y sino, y volvía a hacer sentir mal a su amigo, siempre podía hacer que su novio Yeonjun le pateara las pelotas.
— Pero- — estaba a punto de quejarse el alfa pelirosa.
— Pero nada, Yeonjunnie. — interrumpió su novio — Si Jimin cree que es lo correcto, debemos apoyarlo. — sonrió mientras abrazaba al más bajo con cariño.