STEPSIBLINGS; Hermanastros

NO ME MIENTAS

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Jimin veía a Yoongi y a sus amigos alfas jugar en la piscina de su casa, mientras él estaba sentado en un columpio de madera blanco que había comprado el señor Dong-Wook, y estaba a la sombra de un árbol mediano, del cual, poco a poco las hojas se iban poniéndo todas en tonos naranja y marrón. Los adultos habían salido a comprar botanas y helado, los habían dejado solos, y habían dejado a Jimin a cargo.

Literalmente, el alfa mayor le dijo: "No confío en Yoongi, si hace alguna estupidez grabalo, y me lo muestras... No dejes que quemen ni rompan nada".

El rubio había asentido entre risas, y ahora allí estaba, tomando un poco jugo de naranja, con uno de los pocos libros que tenía, sobre sus piernas, los audífonos puestos, y de vez en cuando mirando a sus hyungs que jugaban como niños pequeños en el agua. Jimin no entendía cómo podían estar en la piscina y sin camisa, cuando él tenía dos camisas y un suéter puesto; apenas eran los primeros días de otoño. Y en realidad el clima en otoño era bastante bueno, pero aún así, el de ojos color miel siempre sentía frío; y se volvía peor en invierno.

Aunque irónicamente, sus estaciones favoritas fueran respectivamente invierno y otoño, sufría bastante en estas, pues casi siempre terminaba enfermando, tal y como había enfermado a principios esa semana.

Había dejado ya de ver a los mayores, y había recuperado su lectura a cerca de un niño que veía un monstruo, y su madre estaba enferma de cáncer. Era de sus favoritos, aunque le hiciera llorar peor de lo que lloraban las mujeres que contrataban para los velorios. Estaba a punto de empezar un nuevo capítulo, cuando alguien se sentó a su lado, haciéndo que pegara un brinquito y botara su botella con jugo –por suerte ya la había tapado–. Se giró para ver de quién se trataba, encontrándose al alfa moreno, de hoyuelos y cabello gris.

Este se agachó rápidamente para recoger la botella, y se la extendió con una sonrisa avergonzada. Jimin la tomó, evitando en todo momento bajar su mirada a torso del mayor, y se quitó los audífonos.

— Lo siento. — se disculpó Namjoon, en cuanto el omega pudo oírlo — No quería asustarte, pequeño.

— No hay problema. — le restó importancia — ¿Qué sucede?

— Oh, nada. Es sólo que estás bastante solitario por acá, y aunque es obvio que te gusta estar solo... Bueno, en realidad Jungkook me retó a que no tenía el valor de venir a hablarte. — confesó sin poderle mentir a los tiernos ojitos color miel.

Jimin rió por la sinceridad del mayor, y por el tono avergonzado de este, tapando su sonrisa con su manita.

— ¿Y qué apostó? — preguntó divertido e interesado.

— Diez mil wones, y un helado gratis. — respondió el alfa, encantado con la sonrisa del omega, y bastante feliz de que todavía no lo hubiera mandado a volar de la manera educada que sólo él podía.

— Bien, espero que te pague y no se arrepienta. — dijo el rubio.

— Yo igual... ¿Qué lees? — preguntó interesado, y tratando de sacar conversación.

Jimin vió el libro en sus manos y sonrió.

— Un Monstruo Viene A Verme.

— Suena a que es de terror. — comentó curioso el peligris.

— Uhm... No, no lo es. Es... Ah, no sé ni como explicarlo. — suspiró — Es simplemente extraordinario y fuera de lo común. — terminó con tono emocionado.

Namjoon sonrió.

— Suena a que es tu libro favorito... ¿Lo es?

— Por el momento lo es. — rió el rubio — Y aunque deje de serlo algún día, definitivamente se quedará en el top tres.