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COMERCIAL Y CELO

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Jimin regresó a su casa a las nueve de la noche, Soobin y Yeonjun lo habían ido a dejar entre risas y bromas. En cuanto entró fue recibido por su madre que le dió un abrazo y le besó la frente. Le devolvió el abrazo un poco torpe, ya que venía cargando a su bebé pollito.

— ¿Qué sucede? — preguntó el rubio, luego de separarse.

— Nada, sólo que creí que Yoongi te había tratado mal de nuevo. — dijo dudosa la fémina.

Ambos empezaron a caminar hacía la sala, donde estaba su papá sentado viendo la tv, y Yoongi lo veía a él de forma molesta.

— ¿Qué sucede? — volvió a preguntar el menor.

— ¡Ah! ¡Ya vino! — exclamó el castaño — ¡Preguntale si he usado mi voz de mando ó le he gritado! — dijo a su padre.

El hombre puso los ojos en blanco, y vió a Jimin con una sonrisa, preguntándole de forma muda.

— No. — respondió simple.

— ¡Ves! — exclamó molesto — Espero mis disculpas.

— Esperando te vas a quedar. — respondió el mayor con burla.

Jimin y su madre rieron, pero en cuanto el alfa castaño se giró a verlos, Jimin paró abruptamente. Y eso hizo que Yoongi desviara la mirada de forma torpe.

— Bien, ya vino el pollito, vamos a cenar. — anunció el alfa.

El omega le iba a decir que había comido en casa de su amigo, pero al parecer habían estado esperándolo, así que se convenció de que podía comer un poco más.

— Comeremos acá. — dijo el alfa antes de ponerse de pie, e ir con la pelinaranja a la cocina a por la comida.

Jimin se quedó parado en su lugar, pensando en dónde debería sentarse, ó si debería de esperar a que los adulto regresaran para elegir sentarse con alguno. Estaba tan ensimismado en sus pensamientos, que ni siquiera se dió cuenta de que el alfa lo había estado viendo de forma fija todo el tiempo.

— ¿Por qué no te sientas? — preguntó suave.

El rubio se sobresaltó, y luego bajó su mirada a sus zapatos. Se sentó en el sillón individual, subiendo sus pies, abrazando su pollito con fuerza.

Yoongi pensó en que el menor se veía muy vulnerable. Sin embargo no pudo seguir observándolo, porque sus padres llegaron con la comida.

Comieron viendo la televisión, y comentando lo que sucedía de vez en cuando. Jimin sólo asentía, negaba, o reía de los comentarios, mientras Yoongi opinaba un poco, pero cuando los adultos no lo veían, observaba de reojo al menor.

Todo iba muy bien hasta que los mayores se desviaron un poco del tema.

— Minnie se presentó a los diez, pero su primer celo lo tuvó hasta los quince... Tampoco le viene el celo en fechas ordenadas. — comentó la fémina, ya que ese era el tema que había salido a flote — Y se vuelve un oso perezoso bastante gruñon cuando sucede.

Dong-Wook rió, Jimin se cubrió el rostro avergonzado, y Yoongi prestó atención a la conversación.

— ¿Cuándo te vino el último celo? — preguntó confundida la pelinaranja.

Jimin lo pensó un par de segundos.

— Creo que en Junio. — murmuró, aún sin estar del todo seguro.

Ambos alfas se asombraron, pero por diferentes razones.

— ¿No es peligroso que no tengas celo cada tres meses como es común? — preguntó el mayor.