CARTA

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Yoongi se despertó de forma lenta, sintiéndose entumecido y con el rostro hinchado por haber llorado antes de dormir. Pensaba en si ponerse de pie ó no, pero el ni saber qué horas eran, le quitaba los ánimos de todo. Estaba a punto de darse la vuelta para volver a dormirse, cuando su padre entró en su habitación, viéndose sorprendido de encontrarlo despierto.

— Creí que dormirías hasta medio día. — comentó de forma divertida.

Yoongi puso los ojos en blanco.

— Es iba a hacer, pero creo que vienes a hablar. — susurró dudoso.

Dong-Wook asintió con su cabeza.

— Ya fuimos a dejar a Jimin a su nueva casa... — murmuró — Se veía realmente triste y confundido, pero emocionado a la vez.

El pálido asintió desviando la mirada.

— ¿Crees que estará bien?

— Lo estará... Al parecer los dos chicos Kim que vinieron vivirán con él, y eso me tranquiliza. — explicó el mayor.

Se quedaron en silencio unos momentos.

— ¿In-Na? — preguntó el castaño.

— En el trabajo.

— ¿Y tú por qué no estás allí también?

— Porque debía castigarte, y también quería pasar el día contigo. — sonrió inocente.

Yoongi se sentó de forma rápida.

— ¿Castigarme? — exclamó — ¿¡Por qué!?

Dong-Wook lo vió obvio.

— No me respondas. — dijo ya más tranquilo el alfa, sobándose la frente — Suelta el castigo.

— Inmediatamente después de estudiar, a la casa. No salidas, a ningún lado. Si tus amigos quieren hacer tareas, vendrán acá. No omegas. — aclaró.

Tsk. Pensó Yoongi. Como si tuviera ánimos de estar con alguien.

— Tampoco te compraré un teléfono y... Dame tu consola. — ordenó con una sonrisa amable.

El castaño casi se atragantó con la última orden.

— ¿¡Por qué mi consola!? — exclamó frustrado.

— Es algo que te obligará a pensar en tus actos. — se encogió de hombros — Baja a desayunar luego de lavarte la cara.

El alfa menor se puso de pie, desconectado el aparato, para dárselo al mayor. Vió como un papel caía cuando lo levantaba, y decidió revisarlo en cuanto su padre se fuera.

El mayor tomó la consola, y le sonrió a su hijo antes de salir.

— No se te olvide bajar a desayunar.

Yoongi asintió, y en cuanto la puerta se hubo cerrado, se agachó para recoger lo que ahora se daba cuenta era un sobre. Un sobre amarillo pastel, que decía "Para: Yoongi Hyung", con letra cursiva.

Lo abrió apresuradamente ya sabiéndo de quién era seguramente, sacando de este una hoja del mismo tono, bastante bonita, con la caligrafía un poco temblorosa, y unas puntos arrugados que parecían haber sido gotas.

De forma pausada, empezó a leer.

.・゜゜・🐣

Hola, hyung... Hola.

Probablemente no debería de ser

tan amable para saludar...

Pero mamá me regañaba cada vez

STEPSIBLINGS; HermanastrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora