STEPSIBLINGS; Hermanastros

TU NÚMERO

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Jimin removía el ramen de su plato de forma aburrida, tratando de pensar en cómo comer todo eso, si en realidad no tenía nada de hambre. Todos habían casi terminado, excepto él, que sólo había provado dos bocados, y estaba luchando por no quedarse dormido ahí mismo. Todos hablaban de algo a lo que Jimin no prestaba atención, hasta que el alfa Dong-Wook lo llamó por su nombre.

— ¿Y qué piensas, Jimin? — le preguntó, haciéndo sentir nervioso al menor, pues no tenía ni idea de lo que habían estado hablando.

— Yo... — dudó.

— Ni sabe de qué le estás hablando. — señaló Yoongi para luego reír, contagiando a su padre.

Jimin se sonrojó por haber sido atrapado, y por lo hermosa que le había parecido la risa del alfa menor.

— Decíamos, que ¿qué piensas de que los uniformes en el nuevo colegio sean diferentes para alfas y omegas?

Jimin abrió mucho los ojos.

— ¿Qué? ¿¡Por qué!? — exclamó confundido.

— No grites, niño. — regañó su madre — Me duele la cabeza.

— Oh... Perdón. — murmuró el menor — ¿Pero por qué tendrían que ser diferentes? Porque... Al colegio al que iba, todos los varones usabamos pantalón, las niñas usaban falda, y todos usabamos chaqueta. ¿Po-Por qué tendría que ser diferente? — cuestionó bastante nervioso.

— Bueno, creo que es para tener cuidado especial con las relaciones interpersonales y eso. — respondió con simpleza Dong-Wook — No te preocupes por eso, con tu mamá ya lo vimos y es muy bonito. Empiezan el lunes, ahora iremos a comprar los uniformes, ¿quierén ir? — preguntó amigable.

Jimin removió nuevamente su comida, tratando de decidir. Ó eso hasta que su madre decidió por él.

— No, Jimin no ha comido nada, no desayunó y ayer tampoco cenó. Y puedo asegurarte que tampoco almorzó... Así que se quedará acá, y terminará su plato de comida. — dictó seria.

El omega sólo se encogió de hombros, ya que realmente su madre tenía razón, y de todos modos, aún no tenía ánimos de salir a conocer el lugar.

— Yo me puedo quedar con él. — habló Yoongi — Veré que se coma todo.

Y eso si que puso nervioso al menor, sintió que su estómago daba un vuelco, y de nuevo, las estúpidas mariposas revolotear por todos lados.

— ¿Harías eso? — preguntó In-Na con sorpresa, pero feliz de que el pálido pareciera llevarse bien con su hijo.

— ¿Por qué no? — respondió desinteresado.

— A Yoon nunca le ha gustado salir. — comentó tranquilo el padre del menor, pero viendo de forma curiosa a su hijo.

— Bien, entonces iremos por sus ropas, y cuando venga, quiero que te hayas comido todo eso... Y si es posible, hazlo comer algo más, por favor, Yoongi. — pidió la pelinaranja.

Ambos adultos se pusieron de pie, y fueron a comprar los nuevos uniformes de los menores.

Jimin por otro lado evitaba levantar su mirada, y enrollaba ramen en sus palillos, para comer un poco, ante la atenta mirada del alfa junto a él.

— No mentí, tienes que comerte todo eso. — habló serio el mayor.

El rubio hizo un sonido exasperado, y puso los ojos en blanco.

— ¡Pero es que no me da hambre! — exclamó frustrado.

— Aún si eso fuera verdad, te puede hacer mal, comer tan poco. Tu madre tiene razón, ayer sólo jugaste con tu desayuno, comiendo casi nada. Dormiste todo el día, y ni siquiera bajaste a cenar, y hoy no bajaste a desayunar... Realmente no sé como aguantas. — habló negando con la cabeza.