STEPSIBLINGS; Hermanastros

NUEVOS AMIGOS

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Jimin estaba sentado solo en una banca cerca de la cafetería; tenía sus audífonos puestos, oía a su banda favorita del momento, comía un sándwich de jamón y queso, y veía el jaleo de sus compañeros frente a él. Unos comían entre conversaciones y risas, otros en lugar de comer comida, se comían la boca de otra persona, otros leían ó hacían tareas, y otros estaban solos como él, jugando con sus celulares ó simplemente ignorando a los adolescentes a su al rededor.

Ya era su cuarto día yendo al nuevo colegio, y estaba ansioso porque ya llegara el quinto para poder descansar de levantarse temprano y de aguantar a sus hormonales compañeros. Ya había perdido la cuenta de cuantos betas y alfas se le habían acercado con intenciones de coquetear. Era patético. Él simplemente les sonreía sin mostrar los dientes, se iba dejándolos con la palabra en la boca y obviamente en ridículo. También le habían intentado hablar un par de omegas, pero el rubio sentía que no podía confiar en nadie, y aunque no era grosero con ellos, ni los ignoraba, con acciones trataba de hacerles saber que le incomodaban. Eventualmente también se iban, dejándolo solo, pero a gusto.

A su Yoongi hyung le había ido mejor que a él, pues el alfa era más sociable y carismático. Se había hecho bastante apegado a los tres alfas con los que se habían ido a casa el primer día, y aunque le insistía al menor en que fuera a pasar con ellos los recesos, Jimin se negaba, ya que sentía que incomodaría a los demás, sino es que hasta a su hyung; y también sabía que se vería como un ñoño si sólo pasaba detrás de su supuesto "hermano". Así que para evitar cualquier tipo de problemas, sólo buscaba al mayor a la hora de salida, para -como se había hecho costumbre- que pudieran irse todos juntos en el auto del alfa moreno y cabellos plateados.

Aunque hablando académicamente, le había ido mucho mejor al omega, pues siempre se le había hecho fácil el estudio, le gustaba leer, y no se distraía en clases, y mucho menos cuando hacía tareas. Todo lo contrario al alfa, que había necesitado la tutoria de Namjoon para poder ponerse al día, y para no perderse entre tantas materias y tareas. Eso había llamado la atención de los profesores en Jimin, ya que el rubio era bueno en todas las materias, pero se les hacía un poco extraño que no hubiera hecho amistad con nadie, y tampoco se haya visto interesado en alguno de los clubs extra de la institución; pero era de esas cosas que los docentes comentaban en su salón reuniones, aunque sin hacer nada al respecto.

Jimin estaba tan ensimismado en sus pensamientos, que ni siquiera se había dado cuenta que un delgado, castaño y sonriente omega se había sentado a su lado. No fue sino, hasta que este le tocó el hombro con un dedo, que el rubio se dió cuenta de ello.

— ¡Hola, Jimin-ssi! — saludó el castaño al nervioso omega, mientras este se quitaba los auriculares.

— Eh... Hola. — dudó — Lo siento, pero no recuerdo tu nombre, sólo sé que somos compañeros en... En todas las clases.

El contrario rió un poco antes de responder.

— Soy Soobin, soy el presidente de nuestra clase y efectivamente tenemos todas las materias juntos. — respondió con un tono demasiado feliz en opinión de Jimin.

— Oh... ¿En serio eres el presidente de la clase? — preguntó el rubio, sorprendido.

— Sip. Desde hace dos años. — respondió emocionado de que el de ojos color miel no lo hubiera ignorado como hacía con la mayoría.

— Pero... Eres omega. — comentó casi en un susurro y con una mueca confundida.

— Eso no tiene nada de malo. — respondio Soobin, un poco confundido de la actitud del omega.