TAL VEZ NO HOY

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En este capítulo se narra una situación delicada. Pido discreción.
Y si ustedes pasan por algo similar, no olviden buscar ayuda profesional.💕
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Luego de terminar de escribir, Jimin dobló con delicadeza la página, luego tomó un sobre del mismo tono amarillo, y la metió dentro. Lo puso el emisor y el remitente con su caligrafía más bonita, y suspiró. Debía de ponerla en un lugar que sólo él lo viera, y lo pudiera encontrar, así que tomó su celular, su bolsita negra y el sobre, y salió de su habitación, echando llave tras de sí. Contó hasta diez, para armarse de valor y entrar.

El alfa estaba profundamente dormido, y eso le permitió relajarse un poco. Vió a su a rededor, y decidió que el lugar correcto, sería junto a su consola de juegos. Lo dejó de forma lenta y silenciosa, vió por última vez al castaño, y salió del cuarto apresurado. Se metió al baño, y echó seguro para evitar que el alfa maleducado entrara de improviso, cuando estuviera llevando a cabo su última tarea auto-encomendada.

Puso música en su celular, y lo dejó sobre el tanque del baño, luego se quitó la bata, y se vió en el espejo de cuerpo completo por última vez, para permitirse odiarse y tenerse asco, sólo un poco más.

Nuevamente las lágrimas habían empezado a caer de sus ojos y resbalar por sus mejillas. Quería morder sus labios para no gritar, pero Jungkook se los había maltratado tanto, que sólo el pasar su lengua por ello le dolía como la mierda. Así que simplemente sollozó, dejó salir sus gemidos lastimeros, mientras se metía de forma lenta a la bañera que había llenado con agua caliente.

De todos modos no había nadie en la casa que se preocupara por su llanto.

El agua le cubría hasta el pecho, y las burbujas ya no le dejaban verse más, sin embargo eso no ayudó a que pudiera dejar de llorar. Su esfínter ardía con el agua, pero por lo menos esta vez no había sangrado, tal vez porque el alfa lo dilató un poco, ó tal vez porque no era su primera vez. Ya le daba igual.

Había tenido en su mano todo el tiempo la bolsita negra, así que no tuvo que salirse para tomarla. La abrió con manos temblorosas, y vió las cuchillas dentro; tomó la más grande que había logrado conseguir, y su llanto se hizo más fuerte en cuanto fue conciente de lo que estaba a punto de hacer.

Él iba a morir.

Y eso lo asustaba.

Por supuesto que quería dejar de existir, quería dejar de sufrir tanto dolor, quería dejar de recordar toda la mierda que había tenido que pasar y quería dejar de despreciarse cada vez que se veía al espejo. Todo parecía tan estúpido y sin sentido en ese momento, que no podía creerlo.

Había hecho a su madre gastar en estudios, y ya nos los terminaría.

Había hecho a su mamá gastar en ropa, y nunca jamás volvería a vestirse.

Había hecho nuevos amigos, y había hecho que lo quisieran, ahora se arrebataría de ellos.

¿Por qué tan siquiera había hecho eso?

Se había prometido alejarse de cualquier nuevo contacto, y había roto su promesa.

Ahora ya era demasiado tarde.

De todas maneras ya nada importaba, porque dentro de poco, él sería eso... Nada.

Aunque realmente ya lo era desde hace mucho, pero ese día al fin lo culminaría del todo.

Vió su muñeca, y pasó de forma rápida el filo de la hoja, sólo para probarlo. Rápidamente un delgado hilo rojo apareció, y pequeñas gotitas caían de este.

STEPSIBLINGS; HermanastrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora