STEPSIBLINGS; Hermanastros

𝒖́𝒍𝒕𝒊𝒎𝒂𝒔 𝒗𝒆𝒄𝒆𝒔

Yoongi se tensó y sostuvó con fuerza al omega de la cadera, haciendo que este le viera confundido.

— Jiminnie, precioso... Cre-Creo que es una gran idea, pero no saltes, por favor. — pidió mordiendo su mejilla, para luego sonreír de forma nerviosa.

El mencionado ladeó su cabeza confundido, pero no tardó mucho en comprender lo que sucedía, y cuando lo hizo, se ruborizó, pero también sonrió travieso.

— ¿Por qué no, hyung? — preguntó suave, acariciando los cabellos del mayor, y removiéndose sobre el regazo de este.

El alfa bufó divertido, y suspiró para tratar de tranquilizarse, antes de responder.

— Porque eres una deliciosa y tierna tentación, pero no quiero, ni pienso tomarte en un auto en medio de la carretera. — susurró apretando con suavidad el trasero del menor.

Jimin rió de forma suave, y sonrió autosuficiente.

— Me gusta poder crear esos sentimientos en tí, alfa. — admitió felíz — Yo tampoco creo que sea buena idea que... Que me-e tomes acá, pero si tengo otra idea.

Se inclinó acercándose al castaño, y lo besó con profundidad, abriendo su boca, y dejando que el alfa ingresara su lengua. De forma lenta bajó una de sus manos por el amplio pecho, hasta llegar al cierre del pantalón, el cual abrió sin mucha dificultad.

No le dió tiempo al alfa de preguntar que pretendía, porque de forma hábil, bajó un poco el bóxer de este, y sacó el prominente miembro, empezándolo a acariciar con su mano.

El mayor soltó una maldición.

— Jiminnie, ¿qué-

— Haz el asiento hacia atrás. Todo, no sólo el respaldo. — ordenó en un susurro coqueto, y relamiendo sus labios.

Yoongi obedeció, y movió el asiento, aún con el menor sobre él, que prácticamente le estaba masturbando de forma descarada.

Nuevamente dió gracias que sus vidrios fueran polarizados.

Por su parte Jimin, se sentía un poco bastante nervioso, pero la necesidad de satisfacer y hacer sentir bien a su alfa, eran más grandes que cualquier otro sentimiento.

Así que se bajó al suelo del auto, y se arrodilló frente al mayor.

Cuando el ojigris entendió lo que su pequeño novio planeaba hacer, sonrió de lado, y le acarició el cabello. Eso le dió el suficiente valor al rubio, para abrir su boquita, e ingresar a esta el miembro de su novio, que estaba frente a él.

Succionó, moviendo su cabeza con lentitud. Subía y bajaba, sintiendo las caricias del mayor en su cabello. Incluso, uno que otro leve jalón, cuando pasaba su lengua al rededor de la cabeza.

Yoongi gemia ronco. Definitivamente la boca del menor era el paraíso; no sólo para besarla, sino, también para que le hiciera un delicioso oral, como el que le estaba dando en ese momento.

El aroma del mayor embriagaba el interior de auto, estaba bañado de excitación, y eso hacía sentir al rubio feliz.

Estaba satisfaciendo a su novio.

Cuando el omega sintió que los jalones eran más frecuentes que las caricias de cabello, y vió como el alfa se mordía el labio, probablemente tratando de no embestirle la boca; aumentó el ritmo, lamiendo, succionando, y gimiendo suave, deleitándose con la vista del mayor.

— Amor...

Y cuando Jimin oyó el suspiro desesperado del castaño, sacó el miembro de su boca, sintiendo como el semen de este caía una parte dentro de su boca, y otra parte manchaba sus labios.