STEPSIBLINGS; Hermanastros

SUEÑOS

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Jimin se despertó a las ocho de la mañana en punto, sin necesidad de que sonara la alarma; por primera vez, luego de mucho tiempo, se sentía emocionado y casi feliz de despertar. Ese era el día en el que iría a hacer su primera audición, y esperaba con todas sus fuerzas quedar.

Debía de estar en el lugar a la una de la tarde, así que ya había organizado muy bien su día: Lo primero que haría, sería ordenar y limpiar su cuarto, y también el resto de la casa. Después, se prepararía algo liviano de comer, escogería la ropa con la que iría, para al final, darse un buen baño, para estar presentable. Claramente, no se maquillaría; era uno de los requisitos que pedían. Tampoco se pondría ropa extravagante; se pondría una camiseta blanca con unos jeans azules. Y todavía estaba pensando qué hacer con sus cicatrices; lo mejor era vendarlas con gasas pequeñísimas, y maquillar estas para disimularlas lo mejor posible.

Se puso de pie, y rápidamente fue a lavarse la cara y los dientes, para poder empezar con su rutina pre-establecida. Fue muy rápido ordenar su cuarto, lo había hecho en menos de veinte minutos; así que se apresuró a limpiar los baños, la cocina, el comedor y la sala, en ese respectivo órden, pero sin usar la aspiradora, porque era muy ruidosa. Cuando terminó todo, eran ya las nueve y media. Como vió que todavía nadie despertaba, decidió preparar el desayuno para todos.

Hizo algo sencillo; tostadas, huevos, fruta picada, café, y por sí acaso, un poco de chocolate caliente. Justo estaba terminando de poner la mesa, cuando su futuro padrastro iba entrando al comedor, con el pijama puesto, despeinado y el rostro un poco hinchado por el sueño.

— Vaya, pero que buenos días más bonitos. — exclamó el alfa, viendo la mesa servida — Me despertó el olor a comida, pero creí que estaba alucinando.

Jimin rió por las palabras del mayor, contagiando a este con su risa.

— Es que me desperté un poco temprano, y ya no pude volver a dormir. — confesó a medias.

— Oh, bien. — bostezó — Tu madre me dijo que no la despertara, hasta que ella lo hiciera, pero creo que Yoongi ya durmió demasiado.

Hizo ademán de salir, pero Jimin fue más rápido.

— Yo le puedo ir a llamar. — dijo el rubio.

— Gracias, Jiminnie. — respondió el alfa.

El omega salió apresurado de ahí; tanto, que ni siquiera se dió cuenta de la mirada curiosa y pensativa que el mayor le dió.

Subió las escaleras de dos en dos, y se dirigió directamente al cuarto de su hyung. Por un momento creyó que la puerta iba a estar con llave, pero no fue así. Así que sin problemas, entró a la habitación, cerrando la puerta detrás de sí, pero sin echar seguro. Se acercó a la enorme cama, viendo como el pálido dormía tranquilamente, viéndose relajado, e incluso, casi adorable.

Jimin se mordió el labio, y se sentó a la orilla de la cama, al lado del alfa; y con suma delicadeza, empezó a acariciar los castaños cabellos, para apartarlos del bonito rostro, mientras susurraba suaves "Yoon, despierta", que en conjunto, poco a poco lograron su cometido, hasta que Yoongi despertó por completo.

El ojigris sonrió satisfecho, pues que la bonita carita del rubio, fuera lo primero que viera al despertar, era demasiado satisfactorio. Así que hizo lo que su lobo le pidió, y jaló por la nuca al menor, para besarlo con fuerza. Este se sorprendió, pero correspondió rápidamente, con su lobo feliz y moviendo su colita eufórico. Se separaron luego de varios segundos.

— Vamos, tu papá dice que bajes a desayunar. — dijo con una sonrisa de labios el omega.

Yoongi se estiró y bostezó.