𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆

3.7K 562 357
                                    

Jimin se columpiaba de forma suave, mientras oía música, y esperaba a que su hyung llegara de estudiar; le había enviado un mensaje hacía una media hora, diciéndole que iba yendo, ya con sus chocolates, directo para la casa y

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jimin se columpiaba de forma suave, mientras oía música, y esperaba a que su hyung llegara de estudiar; le había enviado un mensaje hacía una media hora, diciéndole que iba yendo, ya con sus chocolates, directo para la casa y... Con ganas de verlo. Eso último había puesto muy nervioso al menor, pero se obligó a tranquilizarse a sí mismo, y una buena forma para hacerlo, era oyendo música que lo relajara, mientras se columpiaba y veía el extenso cielo. Era muy efectivo.

Apenas llevaba cuatro días de vacaciones, y sentía que había descansado mucho. Tal vez y hasta regresara antes de tiempo a la agencia, extrañaba demasiado su trabajo; aunque cuando estaba trabajando todo el tiempo, extrañaba a su familia y amigos. Así que realmente no sabía que pensar. Suponía que debía de encontrar algún tipo de balance entre ambas cosas; lo hablaría con Sulli, y luego lo hablaría con su jefe.

Ya iban a ser las cinco de la tarde, Jimin empezaba a preocuparse porque su hyung ya se había retrasado mucho, cuando vió al alfa castaño, pararse en la puerta del jardín, ya sin su bolsón y con una sonrisa muy bonita. Se puso de pie, y aunque realmente quería correr hasta donde el mayor, caminó de forma normal, tratando de no pensar demasiado las cosas. Aún no.

Cuando estuvo frente al alfa, este le extendió una cajita de chocolates, que se veían muy deliciosos, y traían una notita encima. El rubio vió con una sonrisa al contrario, y leyó la notita: "Tu dulzura sobrepasa incluso al caramelo más delicioso del universo, pero aún así, mereces de estos como obsequio". Decía.

No dijo nada, sólo abrazó a su hyung, el cual un poco torpe, le devolvió el abrazo.

Cuando se separaron, Jimin habló.

— ¿Tienes mucha tarea? — preguntó ladeando su cabeza hacía un lado.

Yoongi acunó una de las rechonchas mejillas en su mano.

— No, realmente. Y déjame decirte, que ese es otro enorme milagro. — rió.

El omega también lo hizo.

— Oh, bien. — sonrió — Entonces... ¿Qué hacemos? — preguntó el menor.

El alfa pareció pensarlo un par de minutos.

— Realmente no lo sé... ¿Conversar? — el contrario asintió con un sonido de garganta — Bien, ¿te quieres quedar acá en el patio, en la sala, ó que vayamos a una habitación? — preguntó.

— Uh... Vamos a tu habitación y comamos chocolates. — respondió.

Yoongi asintió, y tomó de la mano libre al más bajo; no había necesidad de hacerlo, pues no había probabilidad de que el rubio se perdiera ó cayera –bueno, de esa última no tanta– Pero el alfa simplemente sentía que su lobo rascaba en su interior, para que estuviera en constante contacto con el omega. Y este no estaba lejos de compartir ese sentimiento, literalmente, un alivio lo recorrió en cuanto su mano y la del contrario se entrelazaron.

STEPSIBLINGS; HermanastrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora